22.04.2010 - Calígula - Fue Ángel Cappa quién se sintió reconocido por haber sido convocado y contratado por jugadores de fútbol. Tanto Carlos Babington (presidente de Huracán) como Daniel Passarella (presidente de Ríver), quienes lo solicitaron, expusieron como perla de su currículum en las carreras presidenciales el título de “ex jugador de la institución”.
Contrariamente a lo que le ocurriera a Amor Ameal en Boca (“Carlos encárgate porque de fútbol no entiendo nada”), el Kaiser, otrora multicampeón, internacional y campeón mundial, conoce el paño del fútbol desde sus tempranas mañanas en Chacabuco (“Passarella no debe olvidarse de sus orígenes”, sentenció alguna vez César Menotti).
El problema de Passarella es que domina lo que no tiene: jugadores. Y no quiero saber ni le pregunto a nadie, como se las arregla un ex jugador para arreglar un karma financiero como el de Ríver.
Un déficit operativo mensual de $ 4 millones, unas inferiores saqueadas y un plantel profesional devaluado fuera de toda competencia internacional y al borde de un próximo descenso, entre otros, son problemas que no suelen manejar los ex jugadores.
Entonces llegan los asesores y las segundas líneas. Y Daniel Bravo, hijo de Don Alfredo, cantó presente.
Después de su paso por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y de llegar a la Secretaría de Deportes de Aníbal Ibarra (2005), no sin antes aliarse a Carrió, Daniel Bravo entró a Ríver como Fiscalizador titular de la mano de un amigo llamado José María Aguilar, del que después se hizo vocero en las Asambleas de Representantes de Socios y luego Secretario.
Fue Daniel quien acercó a Guillermo Tofoni, fundador y presidente de World Eleven que, como único Agente Internacional de la FIFA en Argentina, estuvo hasta hace poco encargado de la organización de los partidos amistosos de la Selección Argentina.
Fue Guillermo quien acercó al Perla Group, un fondo de inversión norteamericano con sede en Pittsburgh, Pennsylvania, que se dedica, desde hace 35 años, a operaciones inmobiliarias y crediticias de alto riesgo y que está dispuesto a invertir entre u$s 50 y 80 millones en Ríver!!!
"No dudé en ofrecerles invertir en River. Históricamente, ha sido un club que ha facturado muchísimo".
Es Rosemarie Perla, psicóloga y coach ejecutiva, quien preside el Grupo que pretende recuperar el dinero en un plazo de 5 a 8 años (tasa de un 15% anual) en base al ejercicio contable de Ríver, quedándose con el 15% de las ventas de los jugadores, planeando nuevas contrataciones, nuevos sponsors, giras internacionales, un nuevo microestadio para recitales (que ya no pueden hacerse en el Monumental) y hasta un Puerto Ríver con complejos gastronómicos a la entrada y el Río de la Plata como salida (a actividades náuticas o a la dirigencia riverplatense).
En todo esto, los nombres adjuntos a Ángel Cappa (Paolo Goltz, Matías Defederico, Mario Bolatti) y otros que danzan (eternamente D´alessandro, Ortigoza, Silva, Ervitti, Bergessio, Duscher, etc.) serían la menor parte de la inversión.
Entretanto, el ex jugador Passarella no deja de oír la voz de los asesores y ya puso en marcha una moratoria con cómodos planes de cuotas para todos los socios y ex socios que poseen una mora inferior a los trece años a fin de brindar la posibilidad de reinserción a la vida institucional del querido Ríver Plate (tu grato nombre), no sin antes dar a conocer la decisión, a través de la Comisión Directiva, de aumentar la cuota de los socios del club entre un 15 y un 30% según su condición.
Así, el socio activo simple de River que pagaba $ 51 de cuota, ahora deberá pagar $65 (+ 27,45%), el socio menor simple pasará de $ 27 a $35 (+29,63%) y el activo pleno, de $76 a $95 (+25%).
Cualquier duda comunicarse con el Banco Hipotecario, hacedor de dueños.
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