22.04.2010 - Calígula - No creo que Cantona pueda superar en cámara el corto que multiplicó su fama mundial. Sin embargo, el gitano reincide en el cine después de sus participaciones en “La fortuna de vivir” (Jean Becker, 1999), “Le Deuxieme Souffle” (Alain Corneau, 2009) y el corto “Le Bonheur Est Dans Le Pré” (Étienne Chatiliez, 2003), ahora con rol protagónico.
Buscando a Eric (Looking for Eric) es una lineal comedia dramática de Ken Loach (conocido por retratar humildes y marginados) que cuenta la historia de un cartero perdedor de Manchester (Eric Bishop), fanático de fútbol y que atraviesa una crisis vital. Delante de sus narices sus dos hijos bardean sin tapujos, su hija le reprocha no estar a la altura y su vida sentimental es desastrosa. Ni siquiera el buen ambiente que vive en el trabajo le levanta el ánimo. Hasta que una tarde, inesperadamente, se aparece ante él, en su propia casa, Eric Cantona, su mayor ídolo de siempre y la ex-estrella francesa de su equipo, el Manchester United, que vivía en el póster de su habitación.
Eric entabla amistad con el ídolo que comprendie perfectamente su situación y lo ayuda a retomar el control de su vida.
«Su participación en el proyecto es, en realidad, el germen del mismo, dice Loach. Un día nos dieron el recado de que había llamado. No lo creímos, la verdad. Devolví la llamada, pero no localicé a nadie. Un año más tarde, volvimos a contactar, nos encontramos con él junto a nuestra productora Rebeca O´Brian, y nos dijo que quería hacer una película sobre su relación con los fans del Manchester United, con los que mantiene una relación muy afectuosa. A Paul y a mí nos encanta el fútbol, así que nos pareció una buena idea».
Laverty (guionista) ha incidido en que lo que le interesa es «la relación entre los personajes y quienes les rodean, sus familias, amigos, compañeros de trabajo. Steve Evets, el actor principal, da vida a Eric Bishop, y que ambos se llamen igual es muy divertido. Es distinto, lioso, porque además él tiene relaciones muy complejas con sus parientes, es un tipo muy peculiar. La verdad es que este film es un canto a la amistad, que a veces te aconseja mal, pero siempre desde el cariño».
Sobre la aparición de Cantona ante Bishop: «queríamos que la sorpresa fuera total, así que lo retrasé todo lo máximo posible. En el último momento, le dije a Steve que saliera para descansar, y Eric entró en la sala y se metió bajo una tela negra. Cuando la quitamos, reaccionó sorprendido de manera natural, no lo esperaba. Y no fue fácil, porque Cantona es un tipo muy grande, fornido, llama la atención y no es fácil ocultarle en un rodaje».
Y sobre la posibilidad de limpiar la imagen de los hooligans ingleses a través del film, Loach, quizás poco comprometido, cree que «parte de lo que se piensa de ellos es culpa de los medios de comunicación. Pasan cosas malas, como en todos lados, pero son una minoría. Son muy pocos».
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