Wednesday, October 31, 2007

Mundial 78: Boicot.

El año 2006 y no otro era el indicado. En marzo (24) se cumplían 30 años del último golpe de estado en Argentina, se celebraría un Congreso especial sobre Derechos Humanos en Berlín, se inauguraría una exposición itinerante en las inminentes sedes mundialistas y poco después, en julio, se recibiría al turismo y a las cámaras, ojos del mundo en el Mundial germano. La Federación Alemana de Fútbol (DFB) debía mostrarse en sociedad como pocas veces y, por iniciativa de la Coalición contra la Impunidad, que reúne a entidades y organizaciones defensoras de los derechos humanos, presentó disculpas oficiales ante las víctimas de la última dictadura militar argentina por la participación de la selección alemana en el Mundial de Argentina 1978. "Aquella actitud fue escandalosa", firmó la Coalición, en la carta abierta presentada en la sede central de la DFB que invitaba o exigía las disculpas oficiales y la elaboración de un catálogo de directrices sobre la defensa de los derechos humanos en acontecimientos deportivos internacionales, a fin de que no se repita un Mundial como Argentina 1978, bajo una dictadura militar, porque "Fútbol y derechos humanos van de la mano". Parte de la prensa alemana premundialista (2006) publicó que "a pesar de que se sabía de la existencia de centros clandestinos de detención, de la desaparición de personas por parte de las fuerzas de seguridad y de las torturas a los perseguidos políticos, la selección alemana no dudó en participar en aquel Mundial, ignorando toda advertencia emitida en aquella época por los grupos de derechos humanos".

DW-WORLD: ¿Cómo era su posición en aquella época frente a un boicot del Mundial de Fútbol?
Si a un jugador se le da la oportunidad de participar en un Campeonato Mundial, seguramente no va a querer boicotear el evento, sin importar qué régimen gobierne el país donde el mismo se celebre. De no ser así, en tales países no podría practicarse ningún deporte. El Presidente de la Liga Alemana de Fútbol, Neuberger, dijo en aquella oportunidad que teníamos que acostumbrarnos a la idea, ya que no queríamos sentar el ejemplo negándonos a participar del Mundial. También hubiese significado un paso en falso contra el pueblo argentino, que, como es sabido, era apasionado del fútbol, a pesar de la dictadura militar. No creo que le hubiéramos hecho un favor con nuestra negativa, y pienso que la situación hubiera empeorado, de no haberse celebrado el Campeonato. El fútbol era una de las pocas libertades que tenía la gente. Además, el fútbol y la política son cosas diferentes.

DW-WORLD:¿Se interesaba usted por la situación política argentina en ese momento?
Los sucesos se emitían todo el tiempo por televisión. Se habla continuamente sobre personas desaparecidas. Antes del Mundial, la cuestión de si participaríamos o no era tema principal en los medios. También en Alemania era un problema.
DW-WORLD: "Queremos viajar a Argentina a jugar al fútbol", dijo entonces el Presidente de la Liga Alemana de Fútbol (DFB), Hermann Neuberger. ¿Justifica Usted esta declaración?
Sí, comprendo el motivo de esta declaración. También para mí, en mi fase activa, lo más importante era jugar al fútbol. Los intereses políticos de otros países me importaban bastante poco.
DW-WORLD: ¿Y qué le pareció la actitud de Amnesty, al querer aprovechar la popularidad de los jugadores para atraer la atención hacia los nefastos sucesos en Argentina?
No nos pareció correcto cancelar nuestra participación en el Mundial. Por supuesto que tales organizaciones siempre utilizan eventos como ese para inflar la cuestión. Ciertamente, lo que pasó en Argentina durante la dictadura es algo terrible, pero también se habrían podido denuncia los hechos mucho antes. Videla era presidente del régimen hacía dos años. No siempre hay que utilizar un campeonato internacional y al fútbol para sacar a luz estas cosas y ponerlas en primer plano. No me parece bien. Los políticos, y no los deportistas, son los responsables de concientizar acerca de tales problemas.
DW-WORLD: ¿Con qué sensación viajó a la Argentina?

Nos sentimos muy seguros. Al llegar al aeropuerto nos esperaban las filas del ejército y había escorta policial. Claro que era bastante oprimente ver a los militares haciendo guardia con ametralladoras en el aeropuerto, pero en nuestro campo de entrenamiento en las afueras de Córdoba, todo estaba tranquilo. El lugar era hermoso. Allí nadie notaba que hubiese una dictadura. Jugamos dos veces en Buenos Aires, en la apertura, y luego contra Italia. Todo eso fue también de lo más normal.
DW-WORLD: ¿Comentaban los jugadores sobre la situación política?
Antes de volar para Buenos Aires habíamos hablado de ello. Incluso habíamos pensado negar el apretón de manos a Videla. Pero no lo hicimos porque Neuberger dijo que no se podía hacer algo así en público. Lo que hicimos fue apretarle muy fuerte la mano, para que le doliera al llegar al número once. Eso era realmente todo lo que podíamos hacer.
Enero de 2005, entrevista a Sepp Maier con DW-WORLD.

Monday, October 29, 2007

Pekerman.

El domingo 28 de octubre de 2007 se celebraban las elecciones presidenciales de la República Argentina. Si no ver, imaginarse el contenido de aquel diario dominguero, dos kilos de papel escrito cuya lectura insumiría algo más que el entero domingo y un solo par de ojos. Ni hablar de que no pocos se vieran en la “obligación” de emprender el viaje democrático del voto para volver a casa de los padres o, cuando menos, a los pagos que alguna vez los vieran noviar o festejar años nuevos de fuegos artificiales a encontrarse con eternos vecinos, enterarse de alguna muerte y leerse en el padrón electoral como crónico estudiante. Si agregamos que fue la elección presidencial más desorganizada, cantada, abúlica y menos concurrida desde el retorno de las urnas (1983) calculemos el contenido de aquellos diarios de suplementos semanales, sin noticias por la veda electoral, con estadísticas históricas y ¡sin fútbol! (el opio de los pueblos). Nada más viejo que el diario del día de elecciones. Tan poco motivante como programa radial de un día feriado. Y si tenemos en cuenta que no salen a la venta menos de seis periódicos diferentes... Resulta que en las páginas de uno de esos diarios que hacía falta llenar, se publicó una nota a José Pekerman. Ahí hubo que leer que a José todavía le duele haberle dicho NO a la selección, que aquel equipo del 2006 tenía alma, que con Román fatigado ante Alemania fue oportuna la entrada de Cruz, que la lesión y el cambio de Abbondanzieri le censuraron sus planes, que sólo se fue eliminado porque los alemanes patearon mejor los penales y otras implicancias tan menores y erradas como la absoluta mayoría de sus argumentaciones que sólo reafirman una extraña y singular manera de ver el fútbol. De este modo, llenando el vacío de un diario en día eleccionario (y sin fútbol), Pekerman, desde México, tuvo lugar para decir, desdecir y explicar lo inexplicable, dar detalles de decisiones menores (erradas), devenidas de un acorralamiento resultante de los más grandes errores previos que le dejaron muy poco margen de maniobra. En este marco, explicar tres cambios en los últimos minutos de Argentina en el mundial 06 sería como colaborar con un matafuegos en el incendio de los bosques de California. Es que acaso José no entendiera las causas del incendio ni el peligro de llevar nafta en las suelas de sus zapatos.

Saturday, October 27, 2007

Simeone, el Cholo.

"Con el cuchillo entre los dientes"
(Simeone, antes de un ARgentina - Uruguay)

Hablar del jugador y hombre de fútbol excede siempre la coyuntura. Aunque el momento sean los requerimientos y ofertas de Ríver, Boca, Vélez y la misma selección argentina. Sabemos como es el entorno del fútbol, hoy Simeone está en otra cresta de ola y mirando en retrospectiva, muy pocas veces se lo encontró sumergido. No sólo porque su carácter no se lo permite sino porque su trayectoria es un regadero de triunfos y reconocimientos.

En su otoño madrileño (2004) decía "¿Si terminaría mi carrera en la Argentina? Sí, claro. Como todo hincha que sueña, me gustaría hacerlo en Racing, el club de mis amores". Y el Gigante de Arroyito (Rosario Central) vio al Cholo gritando su gol en Rácing, fue en el diciembre de 2004, días antes de su retiro. En su otoño futbolístico deslumbró en la Academia: no es que Rácing fuera una aplanadora ni campeonara; la presencia de Simeone era una carga que los rivales debían planear y soportar. Con 35 años y cientos de batallas cumplidas, le sobraba para elevarse visiblemente sobre el resto y calibrar el tiempo de los partidos. Si bien es cierto que el fútbol argentino está deprimido, también lo es que el conocimiento y la experiencia del Cholo (700 partidos) supieron imprimirle a su juego una velocidad, sincronización y precisión inauditas en el fútbol local. Terminó jugando de volante central, donde Marcelo Bielsa lo probara ante no poco asombro y no menos críticas (habiendo cincos por qué inventar uno), de manera de condensar en un solo puesto quite, distribución, despliegue, presencia y estado anímico. Con menos vértigo, la 5 de Rácing, la cinta de capitán y el título de caudillo, distribuyó el juego de manera sorprendente, con pases de primera, verticales, largos, profundos y habilitantes. Salía de la cancha a enfrentar al cúmulo de periodistas para empujar a los chicos veinteañeros que lo seguían en el plantel: "Estos partidos me hacen sentir orgulloso de jugar al fútbol. Ver como los muchachos jugaban, se tiraban, se mataban... Me voy muy contento pero todavía falta mucho, hay que seguir trabajando como hasta ahora" decía después de romperla en Rosario. . "Es muy importante por su experiencia y por todo lo que le transmite al grupo. Tenerlo de nuestro lado es una ventaja grande que debemos aprovechar", decían los pibes.

“El sueño de terminar mi carrera en ese club lo confesé a los 18 años. Y lo cumplí”. Su foto en el carné de socio nº 77.505 lo acredita: "Yo venía a la cancha a pedir autógrafos y a ver a la hinchada. Mi viejo se enojaba porque al final ni miraba el partido".

El viejo que lo llevaba era nada menos que el Cholo Carmelo Simeone. "De chico, una vez le regalaron un fuerte espectacular con soldaditos y el loco se armó una cancha de fútbol, usó a los soldados como si fueran futbolistas". “Personalidad, huevos, pasión. Así se lo veía en la cancha cuando arrancaba. Jugaba acá y allá... los fines de semana íbamos de un lado para el otro en mi auto. Jugaba en un lugar, se cambiaba en el auto y después íbamos para el otro. No se cansaba nunca en el baby".

De Carmelo heredó la garra. Digamos que Carmelo debutó en Vélez, triunfó en Boca y también jugó en la selección junto a Rattín y Marzolini. Que fue un volante defensivo limitado, batallador, comprometido y necesario. Y que si bien supo rechazar la pelota afuera de la Bombonera también rechazó el peligro de su área. El Cholito lo superó ampliamente. Porque a esa garra de sangre la acompañó con juego y con técnica: no olvidemos que, naciendo como nº 8 (también en Vélez) su despliegue, panorama y fervor, lo pasearon por todos los puestos del mediocampo y el de líbero. Porque “le ponés los cortos y se transforma” (Carmelo).

Por su puesto que hubo sin sabores. La manera en que los empresarios que gerencian Rácing le pagaron su actitud fue el último. Apuraron su retiro para que tomara, al partido siguiente, el hierro caliente de la dirección técnica de un equipo que se caía. Lo dirigió con la misma pasión con la que jugaba y cuando encontró el equipo que sumaba victorias consecutivas, un culebrón de empresarios, intrigas y negocios lo dejó afuera. Por su puesto el Cholo no se durmió. Atendió el teléfono, aceptó la propuesta de Estudiantes de La Plata y lo sacó campeón (su primer torneo entero al frente de un plantel). Otros momentos duros fueron el debut europeo (descendido con Pisa); la larga recuperación de aquella lesión en la rodilla, la no convocatoria para el mundial de 1990 (Bilardo) y la relación con César Ferrando en el Atlético Madrid, donde es singular ídolo. Pero no casualmente, tras cada sinsabor hubo picos de triunfos, como si de la derrota hiciera barro de energía.

Empezó a jugar al baby en clubes de barrio (Villa Malcom y Estrella de Oro) y Gimnasia y Esgrima de Vélez Sársfield de donde, a los 9 años, saltó a las inferiores de Vélez (1979) viajando todos los días, de Palermo a Liniers, en el colectivo 34. Un día, Victorio Spinetto, quien manejaba las Inferiores de Vélez, paró una práctica, lo llamó y le dijo: "Usted, pibe, en dos años tiene que jugar en Primera". Recién había cumplido los 15 y ya Victorio lo había bautizado “Cholo” por la garra heredada de Carmelo. Daniel Willington fue el entrenador que, dos años después, cumpliría el pronóstico: el 13 de septiembre de 1987 debutaba contra Gimnasia y Esgrima de La Plata (1-2). Meses después terminaba el bachillerato en el colegio Justo José de Urquiza y decía: "Creo que para jugar al fútbol hay que tener tres cosas: fe, suerte y coraje". "Me gustan los jugadores de mucha personalidad. Una vez adentro de la cancha somos todos iguales. Juego sin miedo, me olvido que sólo tengo 17 años".

Y así era. "Tenía quilombo con los muchachos porque jugaba en los entrenamientos con el corazón en la mano. Y gritaba los goles como en un partido. El tucumano Meza lo frenaba, también Vanemerak. Y el que alguna vez se calentó mucho fue el Turco García porque metía demasiado fuerte. Era una fiera, yo lo quería en mi equipo. Los rivales lo odiaban, todos" (Carmelo).

De Vélez (1987-1990, 82 partidos, 14 goles, “Fue mi casa y el sitio donde me eduqué. Nunca me voy a olvidar de mis orígenes, del lugar donde arranqué. Tengo recuerdos hermosos de aquella época”), emigró a Pisa (1990-1992, 62 partidos, 6 goles; “Viajé a Italia de muy joven, me la jugué. En ese momento no era tan común que los chicos se fueran tan rápido al exterior. Fue el primer paso y tuve que madurar de golpe”) y luego a Sevilla (1992-1994, 64 partidos, 12 goles; “Me di el lujo de compartir la cancha con Diego, en una etapa muy linda de mi vida. Fue mi vidriera y mi salto definitivo para que me viera el resto de los equipos europeos”). Entonces llegó a Madrid para vestir la camiseta del Atlético (1994-1997 y 2003-2004, 146 partidos, 27 goles; “Conocí una ciudad hermosa y la gente se enganchó conmigo. Fue el lugar donde empecé a sentirme un jugador importante, por eso volví”). También supo volver a Italia para protagonizar el fútbol grande en el Inter (1997-1999, 85 partidos, 14 goles; “El mejor club donde estuve, en organización e infraestructura. Un lugar lleno de lujos. Me di el gusto de ganar un torneo muy importante como la UEFA, con amigos como Zanetti”) y en la Lazio (1999-2003, 135 partidos, 18 goles; “Fue el mejor equipo que integré, lleno de estrellas y compatriotas como Almeyda, Verón y el Piojo. Ganamos el segundo Scudetto de su historia y metí goles importantes”).

Fue símbolo de la selección argentina durante 14 años (debutó el 14 de julio de 1988, 4-1 a Australia) y uno de los pocos jugadores en vestir la camiseta en más de 100 partidos (exactamente 106, sólo superado por Roberto Ayala y Javier Zanetti).

"Una vez llegó tardísimo a la AFA para tomar el micro que los llevaba al entrenamiento de una selección juvenil. Hizo dedo y lo acercaron por la autopista hasta donde está el predio que hoy tiene la Selección. Y de ahí se fue corriendo hasta el Sindicato de Empleados de Comercio, unos cuantos kilómetros. No se perdía de ninguna manera un entrenamiento" contó su mujer.

Para terminar rescatemos algo que se da en muy poca gente. Y es que las propias palabras sean el fiel reflejo de los hechos y las actitudes - al menos - en la vida profesional. Las propias palabras del Cholo (en amarillo) son la mejor descripción de lo que fue como jugador de fútbol.

"La vida es ganar cosas. Sin pisar a nadie, pero teniendo como meta ganar".


Wednesday, October 24, 2007

Selección argentina: hacia el Mundial ´78.

El 24 de marzo de 1976 las radios y los canales de televisión de la República Argentina fueron intervenidos, se suspendieron los espectáculos, los programas televisivos y radiales habituales y transmitían en cadena marchas militares, proclamas y comunicados de la Junta, uno de los cuáles decía: “Se ha exceptuado la propagación programada para el día de la fecha del partido de fútbol que sostendrán las selecciones de Argentina y Polonia”. El partido fue transmitido por canal 7 (relatado por Fernando Niembro) y Radio Rivadavia, relatado por José María Muñoz y comentado por Julio César Calvo (hermano de Adriana Calvo, detenida – desaparecida y hoy integrante de la Asociación Detenidos – Desaparecidos).

La noticia le llegó al presidente de la delegación argentina, Pedro Orgambide, a través del mismo “gordo” Muñoz: “Por suerte no hay que lamentar desgracias personales o derramamiento de sangre”. Los militares derrocaron el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

Chorzów, Alta Silesia, voivodia de Silesia, centro del Área Industrial de Silesia Superior, a trece mil kilómetros de Buenos Aires. Se cuenta que Héctor Scotta y Mario Kempes – incluso con lágrimas – quisieron regresar al país.

Sin embargo, la memoria de los jugadores de aquel equipo no es homogénea. “Tuvimos que jugar obligatoriamente ante Polonia ese día porque la fecha ya estaba pautada. No recuerdo bien si había llegado una nota de algún militar para jugar ese partido, pero sí me acuerdo de que ganamos 2-1, con goles de René Houseman y Héctor Scotta” (Alberto Tarantini). “El recuerdo más fuerte que tengo de la gira del ’76 es la tristeza que teníamos todos los jugadores por lo que estaba sucediendo en el país… Creo que nos enteramos después del partido. La noticia empeoró el ánimo del vestuario y de todos. Si llegó una orden desde Argentina para continuar con la gira, la verdad es que no me enteré” (René Houseman). “Todos estábamos muy preocupados y no únicamente Kempes y yo, como tantas veces se dijo. Nos habíamos ido del país con un gobierno democrático y cuando regresamos al país era todo diferente. Teníamos mucho miedo a todo, a lo que fuera, una guerra civil, por ejemplo. Horas después del partido llegó a la concentración una orden del propio Videla diciendo que la Selección ‘tenía que jugar’ ese encuentro ante Polonia” (Héctor Scotta). Leopoldo Luque afirmó que el relator José María Muñoz les había dado la noticia del golpe tras la cena posterior al partido: “La mayoría no estábamos tan metidos en el tema y ganar dos partidos seguidos en Europa para nosotros era algo totalmente inusual...” “El Gordo Muñoz nos comentó el tema del golpe y todos nos quedamos muy mal. No recuerdo bien, pero creo que la noticia la dio antes del partido. El Tolo Gallego se puso muy mal, porque empezó a pensar que le podía pasar algo malo a su familia, pero todos, rápidamente, lo tranquilizamos.” (Ricardo Bochini). “Estábamos en el hotel y faltaban tres o cuatro horas para el partido. Kempes nos contó que en la Argentina había un golpe. Analizamos la posibilidad de no jugar, pero faltaba muy poco para empezar el partido y ya había gente en la cancha. Después Menotti nos reunió y nos pidió que nos tranquilizáramos. El sentimiento fue horrible durante el trayecto en el micro y en el vestuario. No bien el árbitro pitó el final, les preguntamos a los periodistas si tenían alguna novedad y yo pude comunicarme con mi familia.” (Marcelo Trobbiani). “Se dijo muchas veces que se había dudado en no jugar ese partido o en suspender la gira, pero no es así –recuerda Bochini– todos estábamos allá y teníamos muchas ganas de jugar. Como todas las informaciones que nos daban aseguraban que no había problemas, la verdad es que todos estábamos muy tranquilos.” “La noticia del golpe nos tomó por sorpresa. Estábamos concentrados y enterarse de eso fue algo muy fuerte. Allá no nos decían todo lo que queríamos saber. No sabíamos exactamente lo que estaba sucediendo. Uno siempre estaba pendiente de que a la familia no le pasara nada. El único contacto que yo tenía era telefónico, pero el deseo de todos era regresar lo más rápido posible para estar con los suyos. A medida que pasaban los días, el deseo era terminar cuanto antes la gira para estar rápido en el país.” (Jorge Carrascosa).

Argentina había empezado la gira en Kiev, ganándole a Rusia 1-0 (20 de marzo, foto). Venció a Polonia en Chorzów por 2-1 (24 de marzo) en lo que la prensa llamó “la mayor hazaña de la historia (de la selección) en el exterior” y después no volvieron a ganar. El sábado 27 perdió 2-0 con Hungría en Budapest, el lunes 29 cayó 2-1 con el Hertha en Berlín y el miércoles 10 de abril empató en cero con Sevilla. Los dos últimos partidos ni siquiera se televisaron.


Tuesday, October 23, 2007

Messi: un tirón de orejas.

Buscando las razones de por qué la verdad despojada de artilugios y falsa diplomacia suele convertirse en prolegómeno de interpelaciones y comparecencias emprendí el viaje. Que la mentira abre más puertas que la verdad es un hallazgo anterior a la pólvora y sin embargo no ha caído en desuso (jamás te diré que tu pollera es fea hasta no tenerla en mis manos). La fórmula del halago previo a la crítica es algo más moderna y reciente, casi como la retórica o como un anzuelo a los oídos. ¡Nada más difícil que buscar razones amigo! me dijo el bibliotecario Valeri. Google y Mercado Libre también mienten – supo decirme Román -, sin ir más lejos no encontré allí solución disponible a mi punzante alergia al vértigo. “No voy a decirte que tu búsqueda es infructuosa” oí en los pasillos del predio que la Asociación del Fútbol Argentino tiene en Ezeiza, donde también estaban Alfio Basile, el panadero Díaz y otras personas menos conocidas; pero yo creo que me lo dijeron a mí o, en todo caso, me puse el sombrero que volaba. Después de todo, el Coco va despachando verdades a uno de los promedios más elevados de los últimos tiempos. No obstante, las situaciones adversas también son terreno fértil para apariciones milagrosas así que no me amedrenté. Si Passarella puede hablar de campeonatos por qué he de bajar los brazos. La perseverancia es buena amiga y sabia consejera me dijo Martín después del entrenamiento en Casa Amarilla, con el sol cayendo mientras practicaba penales. Los sobres de dinero más que los cheques suelen erosionar las verdades me respondió Fernando, miembro fundador de la escuela amarilla de periodismo. Con todo, la apreciación de Fernando fue la menos pesimista y abstracta y la que más disparadores generó en mi búsqueda. Voy a decir que no encontré – aún - las razones de por qué la verdad despojada de artilugios y falsa diplomacia suele convertirse en prolegómeno de interpelaciones y comparecencias pero que sí encontré un final de ovillo.

Que no necesitamos llamarnos Johan para opinar con razón y criticar sanamente el juego de quien produce ventas insoslayables de camisetas y amenaza con balones de oro. Nunca es inoportuna una ayuda y menos en edad de crecimiento. Acaso Johan entiende que Lio está verde para el oro, que tiene un futuro más que promisorio y que le gusta la pelotita. El punto es que el boomerang del egoísmo está de regreso y eso, que involucra desde siempre al propio Lio, empieza a tocar a Barcelona. Y esperar a tragar la primera derrota (1-3 Villarreal) para decirlo no creo sea oportunismo malicioso sino todo lo contrario: un oportunismo defensivo acompañado de una flor (miles de balones) que denota las dificultades de criticar a Lio en estos tiempos, cuando la pelota no está muy bien tratada. Ningún oportunismo es inocente. Pero lo cierto es que si Lio continúa buscando el gol de todos los tiempos cada cuarto de hora no sólo le diría “tu búsqueda es infructuosa”.

Diré que en mi viaje de búsqueda de razones estoy cerca de una fórmula que mide y relaciona el peso de los contratos publicitarios y las políticas de marketing por un lado, con el rumor fanático o palabrerío de tribuna o clamor popular o manifestación de hinchada o eco sin origen, tan ruidoso como una multitud y tan liviano como una veleta, por otro.

"Un diez a su implicación, pero el yo solo contra el mundo acaba por volverse en tu contra cuando lo intentas una y otra vez. Por el equipo, sería mejor que aprendiese a regularse. Es un crack, pero aún puede mejorar. Tiene que saber cuándo debe soltarla rápido y cuándo probar la gambeta imposible…… de tanto insistir en la segunda opción, por rápido y explosivo que seas, al final acabas por perder el factor sorpresa. Y no falla: si tú tienes cuatro encima, alguien de los tuyos está solo. El día en que Messi domine este aspecto, no ganará un Balón de Oro,sino una colección".
(Johan Cruyff)

Monday, October 22, 2007

Vélez - Central: matar o morir.

APERTURA 07 - FECHA 14º - VÉLEZ SARSFIELD 2 ROSARIO CENTRAL 0.


Minuto 48 del segundo tiempo. Vélez gana 1 a 0. Córner para Rosario Central, centro de Mariano Messera, área, rebote, una mano, despeje, el arquero rosarino Alvarez en la mitad de la cancha, Leonel Ríos se la roba y le convierte al club en el que jugara el torneo pasado (no lo grita).
Renunció el DT de Rosario Central, Carlos Ischia. Podría llevarse consigo a Alvarez.

Sunday, October 21, 2007

Ríver visitante.


La existencia de la ventaja de ser el equipo que juega como local en el deporte competitivo está bien documentada, aunque las causas, menos bien entendidas.

Courneya y Carron (1992) y Nevill y Holder (1999) dan sus reseñas. El concepto de la ventaja de ser el equipo local aplicado exclusivamente al fútbol fue escrito por Dowie (1982) basándose en el éxito de los países que hospedaron la Copa del Mundo y consideró tres posibles causas de la ventaja de jugar como local en el fútbol: fatiga, familiaridad y aficionados con un número de respaldo de 64%.

Un posterior artículo de Pollard (1986) amplía la base de análisis como punto de inicio, ensanchando el marco con tópicos como el apoyo de los aficionados, la fatiga de viaje, la familiaridad, la parcialidad del árbitro, la táctica y los factores psicológicos.

Barnett & Hilditcht (1993) incluyen la superficie de la cancha. Clarke & Norman (1995), la distancia viajada. Nevill (1996), la cantidad de aficionados. Balmer & Williams (2002), la parcialidad del árbitro.

La casi totalidad de los estudios en cuestión se basan en estadísticas sobre ligas y competiciones europeas y los números de ventaja local oscilan entre el 60 y el 65%, supèriores en comparación con otros deportes como el básquet (NBA, 59.9%), el hóckey (54.5%) o el rugby (58.5%).

Clarke y Norman (1995) concluyen que no hay relación con el tamaño de la multitud. Pollard (1986) estima una distancia límite de viaje de 320 kilómetros. Se estima la “familiaridad” en especial atención al viento y al asoleamiento. Neave & Wolfson (2003) definen la “territorialidad” como “la respuesta protectora a una invasión del territorio percibido por uno”. Se encontró, según dice, que los niveles de testosterona de los jugadores eran significativamente más altos antes de un partido que era jugado como local que antes de un juego jugado afuera, especialmente para los arqueros.


Digamos que la ventaja local existe y es clara. El fútbol argentino no es la excepción a la regla y la última edición de la Copa Libertadores de América demostró que la condición de localía es uno de los factores fundamentales a la hora de especular con los rendimientos y los números (véanse las estadísticas de Boca Júniors, último campeón, y la cantidad de partidos perdidos en condición de visitante).

Digamos también que las diferentes dimensiones de los campos de juego, la cercanía de las tribunas, los verdaderos climas hostiles, los pasadizos secretos en las instalaciones de los clubes, los estados de los campos de juego inciden en el juego. Grupos que se fortalecen en la adversidad y grupos que se dividen bajo presión hacen imposibles las generalizaciones.

River se dio el gusto de volver a ganar como visitante después de casi cinco meses. Curiosamente, el último éxito en esta condición había sido por la 16ª fecha del Clausura, cuando los millonarios vencieron también a Gimnasia, en La Plata, por 3 a 0, el 27 de mayo último. Desde entonces, pasaron ocho partidos afuera de Núñez, con cuatro empates y cuatro derrotas.

Pero no es menor el dato de que Ríver salió mentalizado, como pocas veces, a ganar. Así como en el tenis el quiebre de saque sólo vale después de defender el saque propio, Ríver hizo valer el triunfo del superclásico que a su vez hizo valer el triunfo ante Botafogo (Sudamericana), que a su vez hizo valer la explosión de Falcao que a su vez dio espacio a la inclusión de Buonanotte, a una cierta recuperación de Ortega y a un no menor orden defensivo.

No olvidemos que el torneo argentino es un sube y baja. Que Passarella no tiene espacio y que, acaso, después de tanto tiempo, deje un equipo bien armado.

Lanús primero.

TORNEO APERTURA 07 - FECHA 14º - LANÚS 2 SAN MARTIN (SJ) 0 - 19.10.07

Lanús cerró su sexta victoria consecutiva como local y su 14º defensa del invicto en su casa. Sin lucirse pero llevando la presión de su propia (y exigente) gente ganó 2 a 0 y, de la mano de Diego Valeri, asume el vértigo de mirar desde arriba. Con el 64% de los puntos en juego le alcanza para puntear.

Diego Valeri, una “revelación”, nació el 1 de mayo de 1986. Empezó “a jugar a la pelota” en “La Jaulita” (la vieja cancha de tierra de la Junta Vecinal Villa Diamante) y desde los 9 años juega en Lanús (infantiles). Debutó en primera división a los 17 años (1-1 vs. Vélez) de la mano de Miguel Brindisi. “Si hoy me llegara una oferta de Rusia diría que no”. Sepamos que Diego estudió en el Deuschte Schule de Lanús y maneja perfectamente el idioma alemán.

Friday, October 19, 2007

Julio Grondona: TODO PASA?

Todo estaba dado para que Ignacio Ercoli, presidente de Estudiantes de La Plata, se hiciera cargo de la AFA. El consenso dirigencial aseguraba una votación unánime en la asamblea del 6 de abril de 1979, siempre y cuando, por supuesto, el contraalmirante Carlos Lacoste no objetase la nominación. Llegado el momento, asombrando a propios y extraños, Ercoli renunció a los honores electorales: repentinamente recordó que no estaba dispuesto a salvar diariamente la distancia La Plata – Buenos Aires.

“Yo no lo postulé. Yo no elijo ni postulo. A mí me vienen a consultar porque me tienen confianza. Cuando me preguntaron sobre usted, dije que no lo conocía y agregué que si anduviera en algo sucio ya habría tenido noticias suyas. Digamos que mi desconocimiento habla bien de usted” (Lacoste).

El nombre de Ercoli fue el segundo que llevaron a consideración de Lacoste. El primero había sido el de Rafael Aragón Cabrera, presidente de Ríver Plate, campeón después de 18 años de sequía con jugadores de cantera (J.J. López, Merlo y Alonso).

“Al gallego le cuesta llevar adelante su club y ustedes quieren que maneje la AFA”.

El tercero fue Julio Humberto Grondona, 20 años al frente de Arsenal de Sarandí y hombre de Independiente desde 1976.

“No sé… Es lo mismo que Ercoli. Parece una buena persona que vive de su trabajo”.

28 años después, a los 76, Julio Humberto Grondona, inaugura (hoy) formalmente su octavo período consecutivo al frente de la Asociación del Fútbol Argentino con 46 votos a favor y 3 abstenciones (Independiente, Vélez Sársfield y Boca Júniors).

Oímos opiniones.

Thursday, October 18, 2007

San Lorenzo: hace 25 años.

[by wilde]
Canto de las hinchadas rivales de San Lorenzo en la década del 80, con música de la canción "Son cosas mías", de Miguel Abuelo.

Wednesday, October 17, 2007

Los Botines de Contepomi.

Tal como adelantáramos el 27 de septiembre pasado, los botines usados por Felipe Contepomi en el partido Argentina-Irlanda (30.09.07) por instancias del Mundial de Rugby 2007 salieron a subasta. En aquel momento no podíamos adelantar que se trata de un beneficio a A.E.D.I.N. - Asociación en Defensa del Infante Neurológico (sin fines de lucro) y ya cotizan a $ 11.600.

Tuesday, October 16, 2007

Sudáfrica 2010: Venezuela 0 Argentina 2.


El sustantivo “eliminatorias” es por demás terminante: juegos y disputas por eliminarse de las finales de la Copa Mundial. Como algunas fechas conmemorativas que recuerdan al homenajeado en el día de su muerte y no en el de su nacimiento, el término “eliminatorias” viene a afirmarse sobre los “eliminados” y o sobre los “clasificados” de una “clasificación” a las finales de la Copa Mundial. De todas maneras, cualquiera de las dos denominaciones viene a alertarnos, muy de antemano, que aquí se juega por los puntos y todo lo que ellos implican.

Pedir espectáculo en una clasificación mundial suena desmedido. Pedir elegancia, floreo, gala o distinción sigue siendo desmesurado. A esta altura y en estas instancias el límite de las exigencias está preconcebido. Pero existen dos límites (un matemático podría hablar de máximos y mínimos): un límite inferior o mínimo aquí se traduce en entrega, compromiso y concentración. Perseverancia, fervor y sacrificio no pueden faltar en una fase “eliminatoria”.

Pocas veces han dolido los ojos al ver jugar a la selección argentina. Porque nuestro juego mixto, una suerte de particular combinación de técnica y garra, tuvo, las más de las veces, hombres y nombres para plantarse en un campo de juego de modo tal que, si las cosas no salen del modo elegante, salgan del modo rústico o, cuando menos, se deje el césped regado de transpiración en el intento.

Argentina le ganó a Venezuela en Maracaibo. Mantuvo su valla invicta y “no se despeinó” en el “trámite”. El no ser amigo de las estadísticas históricas me quita el aval para decir que Argentina “debe” vencer a Venezuela, un rival “accesible” (que jamás venció a Argentina oficialmente) en toda previa. Del mismo modo, en esta postura, tampoco puede evaluarse el verdadero alcance de esta victoria, siendo apenas la segunda fecha y que Venezuela viene de vencer a Ecuador de visitante. Y de ahí, al no poder prever el alcance de estos puntos y goles, las preguntas: ¿por qué Argentina hizo el papel que hizo? ¿por qué caminó la cancha? ¿por qué no buscó una diferencia de goles a manera de alcancía? ¿Por qué Riquelme juega 90 minutos si no tiene aire? ¿Por qué Messi se da el lujo de elegir no convertir un gol y dar un pase en el área chica que no fue entendido? ¿por qué esa cantidad desmesurada de pases en retroceso?

Duele ver a jugadores como Messi y Tévez remontando la cancha desde tres cuartos hasta el arco de enfrente en una soledad que los obliga a driblear demás y equivocarse; como Zanetti se ata la pelota al pie y la traslada hasta la puerta del área para terminar retrocediendo y conformar un abanico menos de fútbol que de handball; la parsimonia y la pasividad del mediocampo argentino cuando el partido está lejos de definirse; a Mascherano dentro del área definiendo de zurda a cualquier parte mientras Riquelme está parado en el círculo central; a Messi arrancando desde campo propio; a Tévez esperando que lleguen compañeros para descargar hacia atrás.

Si Basile juega con “enganche” vale la pregunta: ¿qué engancha Riquelme? ¿las dos líneas de cuatro? ¿las bandas?

Si Basile juega con línea de cuatro defensiva ¿por qué no pone un marcador de punta izquierdo?

¿Van a decir que Argentina reguló? ¿Qué juega según la exigencia que le presenta el rival? ¿Qué duerme el juego y te pega el estiletazo? ¿Qué no le hace falta más? ¿Qué cuida los jugadores? ¿Qué no hubo descanso? ¿Qué la temperatura es alta?

Argentina, que no sabe a qué juega, descansa sobre su nombre y el respeto que su camiseta impone. Argentina no tiene ni ideas ni conducción. Acaso alcance para clasificar y poco más.

ARGENTINA: Abbondanzieri; Ibarra (Gago), Demichelis, Milito (1 gol), Burdisso (Díaz); Zanetti, Mascherano, Cambiasso, Riquelme; Tévez (Denis), Messi (1 gol).

NOTAS: Bien plantado Demichelis. Impresentable Burdisso. Riquelme no cumple su función. Abbondanzieri no da seguridad.

Monday, October 15, 2007

Alejandro Apo: cuentos.


Días pasados estuvimos con Alejandro Apo en el bingo Caballito. Pudimos charlar brevemente para volver a encontrarnos en la presentación de su último libro Y EL FUTBOL CONTO UN CUENTO: una compilación de autores reconocidos que saben de vivencias futbolísticas. Por su puesto aceptamos la invitación y asistimos al ND Ateneo. Muchas gracias.

Alejandro Apo seleccionó, entre los textos que noche a noche lee en su programa de radio y comparte con el público en su espectáculo, dieciséis de los mejores cuentos de fútbol, cuyos autores son Mario Benedetti, Isidoro Blaisten, Alejandro Dolina, Roberto Fontanarrosa, Mempo Giardinelli, Pablo Ramos y Eduardo Sacheri, entre otros. Los relatos que integran esta antología recuperan personajes emblemáticos como los jugadores Martino, Rojitas, Bochini y Maradona; recuerdos memorables: el penal que atajó Roma y consagró a Boca en el ?62, el primer campeonato que ganó Vélez Sarsfield en el ?68; y anécdotas que reflejan el sentimiento del hincha, la pasión por la camiseta y el entusiasmo por el más popular de los deportes.
Desde ángulos y perspectivas diferentes, con cálida voz, cada una de las historias aquí reunidas abre un espacio para la memoria, el humor y la emoción. Y hacen de este libro el mejor partido para disfrutar del fútbol y de la buena literatura.

Saturday, October 13, 2007

Sudáfrica 2010: Argentina 2 Chile 0.



El partido menos lo ganó Argentina que lo perdió Chile. El equipo de Basile salió preocupado, concentrado y con un respeto inusual hacia una selección chilena, hecho que suele favorecer las perfomances criollas. Así fue que durante los primeros minutos, cuando los músculos están bien tonificados, Chile tomó el control y despuntó las falencias de Heinze y las imprecisiones de Milito.


La cancha estaba en mal estado. La copiosa lluvia de la primavera porteña hizo inútiles los tapones altos. No casualmente los jugadores caídos fueron los de chispa (Tévez, Messi, Milito y Suazo).
¿Por qué lo perdió Chile?
Porque salió a ahogar a Argentina, a cortarle el circuito y a quitarle la pelota; pero no tuvo los actores a la altura: entre las reiteradas llegadas a destiempo, los resbalones, el talento individual argentino y cierta localía arbitral se dio una cantidad inusitada de faltas e interrupciones, dos de las cuales terminaron, desde los pies almidonados de Riquelme, en el arco de un Bravo dormido (esos son goles que no se admiten en divisiones inferiores). Dos tiros libres calcados (26´ y 45´) que se colaron por el palo del arquero rubricaron el resultado.
En el segundo tiempo, cuando Chile salió a remontarlo en campo contrario es expulsado el central Cristian Alvarez por un choque con Mascherano (acaso el expulsado no debió haber sido él sino el arquero Bravo en su entrada contra Messi).
Argentina sigue en la misma línea de juego que se le ha visto durante la última Copa América. Tampoco se esperaba, dada la lista de convocados, cambio o superación alguna.
Se notó menos la desventaja numérica chilena que su erosión física: no hay otra alternativa, para llevar a cabo un sistema de presión como el pretendido por la dirección chilena, que ostentar un estado físico más que óptimo y un mínimo rendimiento individual.

En el tablón argentino nadie se explica como la selección (local), enfrentando a Chile (que nunca ganó en Buenos Aires), con un hombre de más, se queda toqueteando la pelota en el medio del campo. Basile mismo confesó en conferencia de prensa que les preguntaría a los jugadores si intentaban regular (?).
Menos explicación en la victoria habrá para entender por qué las llegadas al arco de enfrente devienen de corridas de Mascherano o desbordes de Cambiasso (los dos 5).
Tampoco hay lugar en los festejos para entender por qué Messi no rinde ni brilla como en el Barcelona y tiene que ir a buscar la pelota al círculo central o por qué Tévez se encuentra repetidamente en la situación de tener que remontar desde tres cuartos hasta el arco, más solo que kung fú (Maradona sic) contra dos y tres defensores rivales.
Menos aún entre burbujas se recordará que, en Buenos Aires, Chile salió a jugar con tres puntas y Argentina con una (Tévez).
Pero esto quedará vedado sólo en el tablón del hincha que, terminado el partido, siendo las nueve de la noche, no tiene más que acompañar la pizza con una buena cerveza.
Si hablamos de fútbol digamos que el circuito creativo argentino no funciona y que no se violó el arco de un diezmado Chile visitante más que de pelota parada.

De todos modos, siempre es mejor corregir en la victoria. La táctica chilena no alcanzó contra la técnica argentina.

ARGENTINA: Abbondanzieri; Zanetti, De Michelis, Milito, Heinze; Maxi Rodríguez (Gago), Mascherano, Cambiasso; Riquelme (2 goles); Tévez (Aguero), Messi (Saviola).

NOTAS: sobresalientes la actuación de Mascherano, el hallazgo de DeMichelis y la guapeza de Suazo.

Thursday, October 11, 2007

Navarro Montoya.


Pequeña historia de fútbol vivo la que incluye en sus capítulos los guantes activos de Hugo Gatti, las tácticas de José Omar Pastoriza, los goles de Carlos Bianchi, los adjetivos de José Luis Chilavert o el oficio de Oscar Ustari. La línea que une estos tiempos y personajes es el derrotero futbolístico de Carlos Fernando Navarro Montoya.

"Viví momentos maravillosos y me gustaría terminar mi carrera allí". Se refiere a Boca Júniors, club del que defendió el arco desde 1988 a 1996. Es algo paradojal, porque tamaña carrera futbolística de primer nivel está colmada de infortunios.

Hoy se anunció que al menos el Torneo Apertura 07 terminó para el Mono. En breve será operado debido a la rotura de los ligamentos cruzados internos de su rodilla derecha y calculan que la recuperación no demandará menos de seis meses. El diagnóstico salió después de la resonancia magnética que ordenó el doctor Angel Tuma, médico de Olimpo de Bahía Blanca. La lesión está tapada por un hematoma lo que hizo que el Mono estuviera jugando infiltrado desde el 12 de septiembre, momento en que sufrió el golpe, por la 8º fecha del torneo y nada menos que contra Boca Júniors (0-2).

Conociendo el temperamento del Mono no arriesgamos a despedirlo del fútbol. Aunque sea por el consejo público de José Luis Chilavert en la tapa del último número de El Gráfico (actualmente en circulación): “Navarro Montoya debe largar ya” (foto).


Si está a su alcance, no dará crédito al consejo del paraguayo al que, increíblemente, sobrevive en actividad y parece seguir enfrentado. A mediados de los 90’ eran los arqueros del fútbol argentino. Navarro Montoya en el arco de un Boca sin demasiados títulos y Chilavert en el de un Vélez campeón mundial. Las diferncias se iniciaron antes de que un dirigente xeneize propusiera un trueque entre los arqueros más famosos y tuvieron su clímax el 16 de junio de 1996 en el José Amalfitani (estadio de Vélez Sársfield): Vélez se impuso a Boca por 5 a 1, el árbitro Castrilli, fiel a su costumbre correctora, no se guardó la roja y hasta Maradona se fue por el desfiladero de expulsados. Aquella tarde Chilavert le hizo dos goles al Mono, uno de tiro libre y otro de penal; “¿sos guapo paraguayo?” “No, soy campeón”.

"Dediqué la mitad de mi vida —debutó a los 18— a hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol, y por suerte me siento espléndido, sin cansancio, porque el fútbol siempre me genera cosas nuevas".

Nació el 26 de febrero de 1966 en Medellín (Colombia), pero posee nacionalidad argentina. “Pibe: el Domingo Prepárate que Sos Titular”, le dijo Alfio Basile, director técnico de Vélez Sarsfield en aquel entonces, que catapultó en primera división al Mono. El 8 de Abril de 1984 Navarro Montoya comenzó su carrera. Vélez enfrento a Temperley y gano 1-0 con un gol de Carlos Bianchi.

Al año siguiente fue convocado por Colombia que se preparaba para jugar las Eliminatorias del Mundial de México 1986, y disputo 3 partidos amistosos (foto, 1985).

"Me sedujo aquella posibilidad, era muy joven como para verlo de otra manera y ahora no sé si hoy no haría lo mismo". Porque la lucha legal que entabló el Mono para ser habilitado a jugar en la selección argentina fue una maratón de años y juzgados. El Mono descubrió algo tarde que el arco de la selección argentina no tiene un dueño indiscutido desde Fillol hasta hoy. Y cuando lo descubrió hizo gala de cierta retórica: “Como decía el “Pato” Fillol, yo entreno para ser el mejor y cuando entro a la cancha me siento siempre el mejor.”


La ansiada y polémica habilitación le salió hacia 1998, con el mundial de Francia ya firmado. El 2002 lo encontró recién vuelto al país probando suerte en Chacarita Júniors y en 2006, viendo los bloopers de Abbondanzieri por televisión se lanzó sin tapujos con una frase tan cómica como cierta que quedará en el historial verbal de nuestro fútbol: “Considero que tengo las condiciones técnicas y futbolísticas necesarias como para ser el arquero de la Selección Argentina o, al menos, para tener una oportunidad.” Logró cierta repercusión en los medios pero la época estaba muy lejana de aquel duelo inigualable Gatti – Fillol hacia 1978. El mismo Pato Abbondanzieri, aumentando sus mamarrachos de cancha, salió a decir que “hay que bancar a los que están”.

Unas semanas duró el ataque que tuvo lugar en la prensa ávida de llenar espacios e incentivar polémicas.

–Por qué nunca te llegó la selección, después de tanto que luchaste para que te habilitaran?
"Es un tema de los entrenadores. Sigo teniendo las ilusiones intactas. Voy a seguir haciendo todo lo posible, dentro de lo que está a mi alcance, para tratar de convencer al técnico de la Selección. Ojo, no digo que soy el único que puede estar en el arco de Argentina. Creo que hay chicos que también tienen condiciones. Siempre lo vi muy bien a (Juan Carlos) Olave. Santillo, el que está en Banfield, es bueno. Lux tiene algunos detalles que me gustan. Ustari es un gran proyecto. Migliore, el de Huracán, también".
– ¿Cómo fundamentás que puedas estar en el Mundial?
"La Selección es el deseo de todo futbolista. Me respalda mi vigencia, el nivel que muestro en cada partido. No hablo del pasado porque no se juega con el apellido, ni con la trayectoria. Se necesita de un buen presente y eso lo tengo. (José Néstor) Pekerman se manejó con (Roberto) Abbondanzieri, (Germán) Lux y Leo Franco. Es una elección de él y creo que está bien. Pero no me siento menos que ellos. Considero que estoy en el mismo nivel. Digo esto para graficarlo de alguna manera en cuanto a las pretensiones".

Sin embargo no hubo, ni de lejos, un clamor popular que sí se generó en otras diferencias (léanse los últimos y fallidos reclamos a Bielsa por Saviola y Riquelme). Porque otro de los caracteres insoslayables en la carrera del Mono es que no generó pasiones. De algún modo se las arregló para quedar repetidamente en transición. Léase entre Colombia y Argentina, entre Boca e Independiente o entre Vélez y Boca.

– ¿Te duele que no coreen tu nombre en la cancha de Boca?
"El hincha coreó mi nombre durante mucho tiempo. Pero hubo un episodio que ellos tomaron a mal. Fue en un partido que yo estaba en Independiente y grité un gol. Era un momento en el que nos habían pasado muchas cosas. Fue un desahogo por algo interno del grupo. La gente lo tomó mal y lo lamento mucho. Porque soy hincha de Boca y disfruté mucho del club. Viví cosas maravillosas ahí. Pero bueno, esto es lo que hay. Nunca voy a reclamar nada ni a hacer un gesto".
– ¿Pensás que es algo que podrías haber evitado?
"No, no. Soy un tipo muy genuino. Había muchas cosas de por medio. Recientemente había fallecido el “Pato” Pastoriza (el técnico que lo hizo debutar en la primera de Boca, en lugar de Hugo Gatti). Nosotros estábamos viviendo un montón de cosas ‘grosas’ en ese momento. No considero que haya sido una equivocación festejar el gol. Fue algo que salió de adentro y no va en desmedro ni de Boca, ni de su gente".

Debemos decir que debutó en Boca (18 de septiembre de 1988) en un 2-0 a Ríver, primero de sus 396 partidos en el club que lo tiene entre los 10 jugadores que en más partidos vistió la camiseta y con un récord de 824 minutos de valla invicta (Apertura 92).

De Independiente, al que llegó (2004) por sus destacadas actuaciones en Chacarita oyó el despido de boca del otrora arquero Julio César Falcioni (como se enojaba con las hinchadas) cuando tomó la fallida dirección técnica del club que entonces decidió – no claramente – dejar espacio a los arqueros juveniles de la cantera, hecho que en pocos años se tradujo en el pase más caro de la historia del Getafe de España, Oscar Ustari.

El Mono no termina de hacer pie. De Boca se había ido después de la famosa trifulca entre Halcones (Beto Márcico, Blas Giunta y compañía) y Palomas (Navarro Montoya, Néstro Fabbri y McAllister).

"A los 10 años jugaba a la pelota todo el día con mi hermano en Floresta. A los 20 ya había debutado en Vélez, por entonces mi sueño de pibe, y a los 30 defendía el arco de Boca en mi último año allí. A los 40 me siento en plenitud, muy feliz en este grupo que armó Troglio (DT de Gimnasia y Esgrima de La Plata)".

Después de una buena temporada en Gimnasia y con 40 años cumplidos el presidente del club, Juan José Muñoz, salió azorado a afrontar los micrófonos: “Me pidió cuatro veces lo que venía ganando”.

El periodismo se instaló algunos días en La Plata y Muñoz salió a frenar a la hinchada que interpelaba:

"Me causó sorpresa lo que el arquero me planteó con respecto a sus honorarios. Y lo tengo que decir públicamente porque el socio lo quiere saber: me pidió cuatro veces lo que venía ganando que, para que tengan una idea, es dos veces lo que gana Pedro Troglio (entonces DT)… según él, resignaba una parte de lo que le ofrecía un club brasileño".

No había tanta mentira. El Mono armó las valijas y se fue al Paranaense de Brasil a defender su arco durante 2006, cuando las aspiraciones mundiales se desvanecían.

No fue la primera ni la última vez que hizo las valijas. Entre Boca y Chacarita (1996 – 2001) probó suerte en España: tres equipos en tres años: Extremadura, Mérida y Tenerife. Tres descensos consecutivos.

"En Tenerife jugué 10 partidos y mucho no pude hacer, cuando llegué a Extremadura estaba último y en la segunda ronda, cuando jugué, anduve bárbaro. En Mérida jugué todo el campeonato y me eligieron como uno de los mejores extranjeros, con Roberto Carlos y Rivaldo".

Vuelto al país de adopción desde Brasil (2007), probó suerte en Nueva Chicago y volvió a descender. Hoy forma parte del modesto Olimpo de Bahía Blanca, candidato muy firme a perder la categoría.

Controvertido, talentoso, eminentemente técnico y de un distinguido oficio podemos decir con muy pocas dudas que fue el mejor arquero que se ha visto por estas tierras desde Ubaldo Fillol a esta parte. Incluido entre los mejores veinte arqueros del mundo en actividad y como el mejor colombiano en el ranking que elabora la Federación Internacional de Historia y Estadística del Futbol, no resigna, en su fuero íntimo, su derecho a la oportunidad del arco argentino (Si Dino Zoff campeonó a los 40…) “Jugar para la Selección es el último gran sueño que me queda por cumplir, ya que aún no he tenido mi oportunidad. Voy a seguir con este sueño hasta que existan posibilidades.”


Hace muy poco: “voy a jugar hasta que me dé el cuerpo. Lo único que puede sacarme de una cancha es una cuestión física. Todavía disfruto mucho de todo lo que significa ser jugador de fútbol. No me pongo plazos porque no me parece que sean necesarios. En algún momento me surgirá tomar la decisión. Pero, por ahora, no.”

Wednesday, October 10, 2007

Fútbol argentino: ¿qué representa la selección?


El sábado próximo empiezan las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. Argentina enfrenta a Chile en el estadio de River Plate. El DT, Alfio Basile, dio la lista de los convocados para la ocasión.

¿Representa esta selección al fútbol argentino?

De los convocados sólo 5 juegan en el fútbol local (Denis, Carrizo, Ibarra,Belluschi y Montenegro) y uno o ninguno de ellos saldrá en el once titular. 5 (Messi, Milito, Heinze, Gago y Tévez) juegan en los clubes más ricos del fútbol mundial. El resto se desempeña en equipos competitivos de ligas europeas muy lejanas a “la nuestra”, donde se juega a césped mojado, a velocidad de vértigo, en estadios repletos, en clubes ordenados y entre vestuarios completos.

Tenemos un campeonato irregular (sino el más irregular). “Un campeonato con el nivel del Nacional B reforzado por repatriados, juveniles y extranjeros con escasos nombres de peso. En las primeras seis fechas del Apertura jugaron 412 futbolistas, de los cuales 317 son argentinos y 45 extranjeros. De los de aquí, 172 (el 47 %) pasaron por el fútbol de ascenso. Casi la quinta parte jugó en el fútbol de segunda en el último semestre. Gimnasia y Esgrima de Jujuy tiene 20 de los 21 jugadores que han actuado hasta ahora, pertenecientes al fútbol de ascenso. Arsenal, 15 de 21; Argentinos 13, Estudiantes, ¡12!; Huracán, 16 de 20. Ya debutaron casi 200 jugadores en nuevos equipos. Todo es nuevo. Cada equipo un modelo para armar. Hay tableros electrónicos que han llegado a quedarse sin pilas y han escrito los números de los cambios en un papel. ¡Y lo exhibieron! Para marcar los descuentos se mostraba el tablero con el número del jugador número 13, pero con la mano tapaban el 1 para que se entendiera. El vergonzoso contrato es una obra literaria de mutuos elogios en lo que lo único que importa es de qué forma la televisión se apropia, por el dinero que ella fija, del bolsillo, del alma y de la historia de los clubes. La FIFA les vende los mundiales a las grandes cadenas en el resto del mundo, pero en el país de uno de sus vicepresidentes se lo vende a una productora (TyC pertenece a una empresa suiza radicada en las islas Vírgenes). Una tercerización cuyo objetivo se adivina fácilmente llamada Puntogol llegó a venderse en varios millones. AFA no sabe negociar de manera directa y, entonces, reparte suculentas ganancias que podrían ser de los clubes, entre los amigos del ex, actual, y futuro.” (VHM).

¿Representa esta selección al fútbol argentino?