14.06.2011 - El pasado (lunes) 6 de junio la Bolsa de Valores de Lima (Perú) experimentó el mayor derrumbe de su historia en un solo día. Aún con (desesperada) suspensión de actividades (2 horas) y cierre prematuro (3 horas antes) las pérdidas llegaron al 12.6% de pérdidas (15% las empresas mineras).
Fue la inmediata respuesta de los capitales concentrados al flamante triunfo electoral (en 2º vuelta) de Ollanta Humala en las elecciones peruanas (51,8% vs. 48,6%) sobre su representante, Keiko Fujimori (hija de Alberto) para el cargo de Presidente de la Nación.
Previsibles y a la velocidad de un rayo Standard & Poor’s y Fitch Ratings sostuvieron que la victoria de Humala no pone en riesgo el macroequilibrio ni la estabilidad fiscal de la economía peruana y Moody’s salió a decir que el éxito de Humala no cuestiona el “investment grade” (grado de inversión) de Perú por su impedimento para reformas inmediatas que fueran contra sus intereses “porque sus bases económicas son increíblemente fuertes y permiten aplicar (sólo) reformas moderadas”.
Las agencias estadounidenses que califican bancos y países según el margen de sus ganancias (que llaman “calificaciones de riesgo”) y sobreviven a la crisis no vaticinada y por todos conocida (2008) en conjunto con arietes locales y globalizados presionan para que Humala presente a su Ministro de Economía y se debaten sobre la futura política peruana (si será un Chávez o un Lula).
Presenciando un alto crecimiento regional de América Latina que, incluso se va amalgamando en bloque (UNASUR), los ingenieros financieros norteamericanos esperan quebrar lo que más temen, la conjugación de políticas peruanas (Humala) con el resto del bloque compuesto, en distintas medidas, por Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Paraguay y Uruguay.
Ya no se trata de derecha o izquierda. Se trata de saber si el presidente electo continuará la política que prioriza los vínculos con los organismos internacionales (empresarios) y Estados Unidos como hasta ahora (junto a Colombia y Chile) o perderán otro nicho de grandes ganancias a mano del grupo latinoamericano que prioriza el desarrollo regional. En pocas palabras: si será gerente de millonarios extranjeros o (real) presidente de los peruanos.
Como antaño, la atención sobre Perú se centra en sus recursos mineros. Es el 2º productor mundial (por debajo de Chile y por encima de EE.UU., China e Indonesia) y en 2020 será el 1º, a raíz de una inversión directa en ejecución de u$s 41.000 millones realizada por 330 empresas trasnacionales que multiplican por 4 las exportaciones de cobre peruanas en 10 años con la mayor rentabilidad del mundo.
Sus costos (entre los que se incluye la mano de obra) son 1/3 menores que los chilenos y su tasa de crecimiento, el doble. Las ganancias (utilidades netas) de las compañías cupríferas que cotizan en la Bolsa de Lima fueron 31,8% en 2010 y 30,2% en 2009; las de la minería industrial 39,7% (2010) y 34% (2009) y la de metales preciosos 38,2% (2010) y 38,1% (2009). En promedio, las ganancias de la minería trasnacional se multiplicaron por cinco entre 2005 y 2010 y allí vienen las agencias norteamericanas a calificar a Perú.
A pesar del auge económico (Perú es el país de América latina con la mayor tasa de crecimiento en los últimos 10 años -7,8% anual- después de Panamá), su Estado es un organismo escasamente financiado, la presión impositiva es muy baja (15% del PBI que Humala propone aumentar al 18%) y la pobreza no decrece: 66% de la población campesina es pobre y 1/3 vive en la indigencia.
Precisamente el mapa de la pobreza refleja el triunfo de Humala. Obtuvo 77% de los votos en Cusco y 78% en Ayacucho (la cuna de Sendero Luminoso), pero perdió por 15 puntos en Lima y Gran Lima (57,4% / 42,5%). La propuesta de (Humala) una sobretasa minera de 40% (windfall tax), que propone aplicar al sector por sus ganancias extraordinarias, además de un aumento de los impuestos corporativos, que intenta elevar a 45% de los 30% actuales (en Chile pagan 35%) inquietan a un sector que tuvo en Perú una década (y más) de total libertad para llevarse, con métodos evasivos, las ganancias de las ventas de sus recursos naturales.
Desde el ámbito del fútbol (y otros) también se especula con cambios (?). Si bien el frente de conflictos (30% de pobreza), desequilibrios y presiones que afronta Humala reduce las expectativas, las investigaciones sobre la gestión de Manuel Burga al frente de la Federación Peruana de Fútbol ya están sobre la mesa.
En efecto, en mayo (2010) se terminó de redactar el informe de investigación llevado a cabo por la Comisión Investigadora de la Crisis del Deporte (desde 2009) comandada por Renzo Reggiardo.
El diputado (que forma parte del partido donde basó su actividad Alberto Fujimori) abre su camino político de espaldas a Keiko, cuenta sobre la creación de empresas para administrar los recursos evitando la fiscalización del Estado, dinero no bancarizado, clubes que tercerizan el cobro de entradas, fragua de documentación, denuncias sobre lavado de activos y otras actividades en línea gracias al levantamiento del secreto bancario y tributario al que accedió la Comisión. “Hemos visto que mucho dinero del fútbol no ingresa a los clubes sino a cuentas de dirigentes…”
Tampoco será fácil el camino hacia la clarificación del asunto Burga (presidente de la Federación Peruana de Fútbol). Ya en 2008 el gobierno de Alan García intentó deponerlo (por desacatar la nueva Ley del Deporte) y se encontró con la advertencia de desafiliación de la FIFA que, en nombre de la no intervención gubernamental, respaldó a Burga en su cargo pese a estar investigado por fraude y enriquecimiento ilícito.
Obviamente, Manuel Burga asistió al manchado 61º Congreso FIFA que dio la reelección de Joseph Blatter calificándolo de "satisfactorio… porque lo demostraron las votaciones, con una mayoría decidida a un soporte al presidente Blatter" y dejando al tiempo para que cure las “heridas”.
En línea con Julio Grondona, Burga culpa al periodismo inglés y alemán como propulsores de una campaña antiFIFA y vuelve a Perú para seguir manejándose al margen de la ley.
Son tiempos críticos. Grondona salió favorecido en Argentina porque el gobierno lo necesitó para combatir a un enemigo más pesado. Burga, al igual que Don Julio, sigue ganando reelecciones a pesar del descontento público y presenta dilatorios hábeas corpus mientras la Comisión de Juventud y Deporte de Perú pide al Ministerio Público continuar con las investigaciones que viene efectuando sobre el presunto lavado de activos por parte de miembros de la FPF (en especial su titular) y recomiendan al Poder Ejecutivo la creación del Ministerio de Juventud y Deporte.
Humala llega hoy (martes)a Argentina a entrevistarse con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
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