San Lorenzo compra al mundialista Rafael Albrecht (Estudiantes), Rácing a Martín, Independiente a Savoy, Ríver a Juárez, Huracán a Brookes, Vélez a Ribaudo, Estudiantes a Madero y Chacarita a Rambert pero Boca rompe el mercado.
Alberto J. Armando hace punta: Boca se toma en serio la Copa Libertadores de América que se juega en simultáneo con el campeonato local y se abre a los dos frentes: Del Vecchio y Ayres Moraes llegan de Brasil, Benicio Ferreira de Paraguay, el loco y veterano Oreste Corbatta y, por 25 millones, el Nene Sanfilippo, goleador de los últimos cinco campeonatos.
San Lorenzo no pasaba buenos tiempos dirigenciales. Se fue el Toto Lorenzo y en menos de tres meses habían pasado tres entrenadores. Emilio Laferranderie (periodista) cubría el asunto cuervo y puso el micrófono delante de la filosa lengua de Sanfilippo.
La dirigencia de San Lorenzo leyó y sancionó al Nene inhabilitándolo para jugar las dos últimas fechas del torneo de 1962. Entonces Luis Artime (con dos goles de Ríver a Gimnasia) lo pasa en la tabla e impide que Sanfilippo se consagrara goleador por quinto año consecutivo, logro estipulado en su contrato con premio de sueldo por $ 400.000 que finalmente no pudo cobrar.
Venganza tras venganza, Sanfilippo despreció los muebles que los directivos le habían comprado para su departamento y eligió – aun con los muebles ya comprados – recibir el dinero según opción contractual.
El nuevo presidente de San Lorenzo, Ricardo Soriba, se comunicó con Alberto J. Armando sin hablar con Sanfilippo: 30 millones – le dijo.
La suma corrió como reguero por los pasillos. El día de la firma del contrato la sede de Boca estaba poblada. Vicepresidente de un lado y tesorero del otro, Armando habla al periodismo:
“Hace tiempo que queríamos contar con sus goles y, felizmente, este año pudimos lograrlo. Voy a solicitarles que me permitan conversar en privado con José, para solucionar los últimos detalles que hacen a este convenio. Luego les prometo, sobretodo al periodismo, que podrán participar del momento en que Sanfilippo coloque su rúbrica.”
El Nene, que ganaba $ 240 mil mensuales en San Lorenzo firmó su contrato por $ 300 mil agregando una cláusula que lo eximía de viajar con la delegación si Boca iba a jugar a la altura de Bolivia.
Una pretemporada en Córdoba y de regreso a Buenos Aires los jugadores se desayunan con el cambio de entrenador: José D´amico, campeón con la Tercera, la Reserva y la Primera de Boca en el último campeonato de 1962 (cuando Roma le ataja el penal a Delem) era sorprendentemente reemplazado por Adolfo Pedernera, hasta entonces DT de Gimnasia, animador de la 2º ronda de 1962, puntero hasta la fecha 25 y vencedor de Boca.
Según malas lenguas – entre las que se cuenta la del Nene – el banco de Boca era para Pedernera el premio a su presunta contribución en la obtención del campeonato xeneize (1962).
Terminadas todas las contrataciones y con el plantel conformado, días antes de comenzar el Torneo de 1963, Boca se presenta en cancha de Atlanta para enfrentar “amistosamente” a San Lorenzo y cumplir con el contrato de Sanfilippo ($ 25 millones + recaudación amistoso).
Ahí el Nene vio como Carotti vestía su camiseta azulgrana, sintió el rigor azulgrana y oyó una indescriptible catarata de insultos, “una de las grandes desilusiones que sufrí en el fútbol”.
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