25.05.2010 - Calígula - A la sombra del Bicentenario argentino quedó el 70º aniversario de la histórica Bombonera (y el 109º aniversario de Ríver).
Gardel ya había muerto y recién se estaba construyendo el (resistido) obelisco sobre una recién ensanchada avenida Corrientes... cuando se iniciaba, por decreto, el "bienaventurado" subsidio estatal al fútbol argentino.
Terminaba el otoño de 1934 cuando el Regimiento I de Infantería juraba la bandera en el estadio de Boca, en “una jornada de confraternidad militar deportiva” que, entre otros apartados, muestra la breve ceremonia de otorgamiento de la medalla de Socio Honorario de Boca Júniors a Agustín P. Justo.
Relacionado con Boca a través de Eduardo Sánchez Terrero, marido de su hija Otilia, Justo encabeza la Comisión de Hacienda para adquirir el terreno donde se va a construir el estadio.
Con los ecos del adiós a Gardel, ya en 1936, por Decreto del Poder Ejecutivo, Agustín P. Justo autoriza la concesión de préstamos a Boca y Ríver para construir sus estadios, iniciando así el subsidio estatal al fútbol argentino.
Dos años después (18 de febrero de 1938) coloca la piedra fundamental del nuevo estadio xeneize (hoy en el Museo de la Pasión), gestos que le valieron la instalación póstuma de un busto suyo en la biblioteca de la sede del club.
Unos meses más tarde, el 30 de agosto (1938) y según proyecto (luego premiado) de Victorio Sulsic, comienzan las obras del nuevo estadio que se inauguraría el sábado 25 de mayo de 1940: Boca 2 San Lorenzo 0 (amistoso). Ricardo Alarcón, a los 12 minutos del primer tiempo, quedó en la historia por haber convertido el primer gol en la Bombonera.
¿Por qué La Bombonera? "La leyenda cuenta que al arquitecto que diseñó el estadio, el yugoslavo Victorio Sulsic, le regalaron una caja de bombones y cuando la abrió se sorprendió al ver la similitud con lo que él estaba diseñando. De todos modos, la primera vez que el estadio tuvo un nombre oficial, fue el 20 de abril de 1986 cuando recibió el de Camilo Cichero, en la tarde en la que Boca derrotó por 4 a 2 a Talleres de Córdoba. El 27 de diciembre de 2000, un mes después de haberse consagrado campeón del mundo en Japón, la Comisión Directiva le cambió el nombre y lo rebautizó con el de Alberto J. Armando, exactamente 13 años después del fallecimiento del recordado presidente que dirigió la Institución en las décadas del sesenta y setenta" (fragmento del sitio oficial BJ).
La ironía de la historia quiso que Agustín P. Justo, el unánime protagonista de la Década Infame y representante típico del régimen conservador oligárquico fuera el protector del club de fútbol más característicamente popular y emblemático de sus enemigos, los populistas.
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