03.05.2010 - Calígula - Quedaban cuatro (candidatos). Godoy Cruz alimentó la fe haciendo camino al andar, acumulando puntos en su lucha por la permanencia llegó a esperanzarse con un milagro desigual. Independiente…
Independiente no llegó a rendimiento crucero. Una ventaja de tres y cuatro puntos que generó un sueño expectante se diluyó en unas semanas y terminó de caerse en el propio estadio Libertadores de América. Porque si bien estos torneos pueden proporcionar campeones de racha, también exigen un mínimo de duración (o regularidad).
La irregularidad de Independiente, este equipo que insospechadamente peleó el torneo hasta el umbral, puede simbolizarse en sus individualidades: Mareque, autor y gestor de goles importantes, de pronto fallando en su lateral; o Gabbarini, de salvador de puntos a cazar mariposas en su área o el mismo Gandín, con sus momentos dulces y amargos.
Este Boca gris, lleno de conflictos y entrenadores potenciales, fue demasiado para Independiente. Para Gallego (DT), los torneos se ganan con experiencia. Hace apenas 20 días afrentaba (y arengaba) “a ver que van a decir cuando demos la vuelta contra Lanús”. Hoy cambió el tono: “estoy muy contento en Independiente, pero se tienen que hacer muchas cosas para que renueve”.
Después de todo, la brevedad del campeonato dejó un cierto espacio para la justicia: este Independiente nunca fue más que Argentinos Júniors ni Estudiantes.
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