Quizás el morbo de ver un Pellegrini caído hubo aumentado la audiencia de la revancha de los colosos europeos más coperos. Milan y Real Madrid se encontraron en el Giuseppe Meazza (San Siro), por la cuarta jornada del Grupo C de la UEFA Champions League.
Manuel Pellegrini optó por el mismo equipo que le ganara el sábado a Getafe (2-0) con Benzema de punta y Gonzalo Higuaín de acompañante retrasado - posición que no le cayó bien – mas Kaká y Marcelo desde atrás.
Tomando el protagonismo en tierra italiana, el Real Madrid fue por el partido ni bien iniciado el juego, llegando a ¾ y rematando de media y larga distancia buscando tardanzas en las reacciones de Dida. Nada molesto, Milan se plantó de contra y tuvo una posibilidad en los pies de Pato.
Kaká, comandante del ataque merengue, tomaba las riendas por izquierda y más allá de no tener demasiadas opciones por delante de la línea del balón, se fabricaba espacios para rematar. Uno de esos – violentos – remates no fue contenido por Dida y Benzema, con precisión clínica, mandó el rebote al gol por el segundo palo (´29).
Diferencia justificada que sólo duró 6 minutos: un centro de Zambrotta dio en el brazo de Pepe que se tiraba al suelo para cerrar y el árbitro alemán Felix Brych – de mal arbitraje – interpretó que fue intencional (para nosotros no). Ronaldinho enseñó cómo se patea un penal decisivo: fuerte y al ángulo superior. 1-1.
El segundo tiempo - que el portal de la FIFA asegura haber visto animado – fue difícil de ver. Casi entregados al empate, los colosos se intercambiaron imprecisiones y conservadurismos que resultaron en dirección al tedio cuando el mal arbitraje del alemán – de la línea del “siga siga” – terminó de plasmarse en el gol válido mal anulado a Pato.
El Olympique de Marseille le ganó (6-1) al FC Zürich. El Real Madrid sólo le saca un punto en la pelea por el liderato del grupo C.
LA IDA: REAL MADRID 2 MILAN 3
OFF TOPIC: TRICOTA DE NIETO, SUBGOLEADOR DEL TORNEO, PARA LA VICTORIA DE COLON 3-0 SOBRE HURACAN.
Manuel Pellegrini optó por el mismo equipo que le ganara el sábado a Getafe (2-0) con Benzema de punta y Gonzalo Higuaín de acompañante retrasado - posición que no le cayó bien – mas Kaká y Marcelo desde atrás.
Tomando el protagonismo en tierra italiana, el Real Madrid fue por el partido ni bien iniciado el juego, llegando a ¾ y rematando de media y larga distancia buscando tardanzas en las reacciones de Dida. Nada molesto, Milan se plantó de contra y tuvo una posibilidad en los pies de Pato.
Kaká, comandante del ataque merengue, tomaba las riendas por izquierda y más allá de no tener demasiadas opciones por delante de la línea del balón, se fabricaba espacios para rematar. Uno de esos – violentos – remates no fue contenido por Dida y Benzema, con precisión clínica, mandó el rebote al gol por el segundo palo (´29).
Diferencia justificada que sólo duró 6 minutos: un centro de Zambrotta dio en el brazo de Pepe que se tiraba al suelo para cerrar y el árbitro alemán Felix Brych – de mal arbitraje – interpretó que fue intencional (para nosotros no). Ronaldinho enseñó cómo se patea un penal decisivo: fuerte y al ángulo superior. 1-1.
El segundo tiempo - que el portal de la FIFA asegura haber visto animado – fue difícil de ver. Casi entregados al empate, los colosos se intercambiaron imprecisiones y conservadurismos que resultaron en dirección al tedio cuando el mal arbitraje del alemán – de la línea del “siga siga” – terminó de plasmarse en el gol válido mal anulado a Pato.
El Olympique de Marseille le ganó (6-1) al FC Zürich. El Real Madrid sólo le saca un punto en la pelea por el liderato del grupo C.
LA IDA: REAL MADRID 2 MILAN 3
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