Entre los jugadores que más fuerte le pegó a la pelota argentina encontramos, por si alguna duda cabe, a Santiago Vernazza.
El hecho ocurrió en 1951, cuando se realizaba la primera transmisión de TV, Fangio ganaba el primero de sus 5 campeonatos mundiales y Marshall McLuhan publicaba su primer libro, pero la historia se inició antes.
Después de una temporada jugando para Boca (donde hizo todas las inferiores),
“¿Quiere jugar? El domingo lo pongo en primera”
El domingo (9º fecha) fue el 26 de junio de 1949. Entró y se quedó allí durante 9 campeonatos (años) y 271 partidos consecutivos hasta diciembre de 1958, sin faltar una sola fecha. Hay quien dice que se trata de un récord mundial para un jugador de campo (chequear).
Dos veces, en esos 9 años, Palito Smargiassi estuvo a punto de no jugar. Una fue por un desgarro (1956) que curó poniendo la pierna en el horno que había fabricado en su casa. Y la otra, la que nos trae al bombardero, fue en 1951: jugando en la cancha de Estudiantes (La Plata) contra Ríver, Palito recibió un tremendo pelotazo de Santiago Vernazza en la cabeza que lo dejó mareado. En el vestuario le diagnosticaron conmoción cerebral y quedó internado hasta el jueves.
El viernes se levantó para ir a la práctica.
No quería perderse el clásico contra Estudiantes.
Y jugó.
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