En un principio, cuando en la Boca tapaba el agua y llegaban sombras de banderas suecas desde el puerto, el club representaba a su barrio de inmigrantes laburantes, muchos de ellos genoveses.
La Boca ya no se inunda, Boca Júniors creció y hoy encontramos “bosteros” en cualquier latitud mundial (de hecho antes de la final mundial de clubes del 2000 marcharon 3000 camisetas a Japón).
En algunos años la historia se revirtió: el club que representaba al barrio hoy recibe pedidos de representación y pertenencias de todas partes; hoy “ser de Boca” es pertenecer a una inmensa comunidad tan cosmopolita como heterogénea.
Sin profundizar en los matices del término charrúa “hincha” (tifosi, supporter, torcedor) veamos cuánto cuesta entrar y “pertenecer” a la masonería xeneize respecto de una visión meramente capitalista (o dirigencial).
Empezando por el inminente superclásico, si tenemos que, devolviendo gentilezas macristas, Ríver le entrega a Boca no más de 4000 entradas para el próximo superclásico y que la persistencia del sistema de ránking de socios xeneizes no parece debilitarse, el hincha de boca queda conminado a comprar vía internet.
La Boca ya no se inunda, Boca Júniors creció y hoy encontramos “bosteros” en cualquier latitud mundial (de hecho antes de la final mundial de clubes del 2000 marcharon 3000 camisetas a Japón).
En algunos años la historia se revirtió: el club que representaba al barrio hoy recibe pedidos de representación y pertenencias de todas partes; hoy “ser de Boca” es pertenecer a una inmensa comunidad tan cosmopolita como heterogénea.
Sin profundizar en los matices del término charrúa “hincha” (tifosi, supporter, torcedor) veamos cuánto cuesta entrar y “pertenecer” a la masonería xeneize respecto de una visión meramente capitalista (o dirigencial).
Empezando por el inminente superclásico, si tenemos que, devolviendo gentilezas macristas, Ríver le entrega a Boca no más de 4000 entradas para el próximo superclásico y que la persistencia del sistema de ránking de socios xeneizes no parece debilitarse, el hincha de boca queda conminado a comprar vía internet.
Popular superclásico ($ 350); Platea superclásico ($ 420); Camiseta Boca Júniors ($ 220); Remeras antigallinas ($ 40); Chomba ($ 90); Buzo ($ 280); Gorro ($ 35); Bandera ($ 20); Bufanda ($ 30); Pin ($ 30); Llavero ($ 12); Portarretrato ($ 24); Banderín ($ 18); Billetera ($ 49); Corbata ($ 50); Champagne ($ 270); Vino tinto ($ 20); Libro ($ 40); Toallón ($ 70); Mate ($ 24); Termo ($ 13); Mouse ($ 27); Lámina de Jorge Coch ($ 15); Carcaza celular ($ 20); Mochila ($ 25)...
Elija usted, estimado hincha, que ítems recortar teniendo en cuenta que a más tijera menos "premium" se es.
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