Manuel Gonzalez y Franklin Lobos.

13.10.2010 - Calígula - No podía llamarse más que González, Manuel González. Fue el primer hombre (rescatista) que se hundió en el desierto de Atacama para bajar en la (cápsula) Fénix II hacia el centro de la Tierra, a 620 metros de profundidad.

Máscara de oxígeno, cierre perfecto de las puertas del dispositivo y revisión de mecanismos de seguridad…

El viaje, en plena noche, duró 16 minutos y su llegada a destino fue vista en vivo por más de 1000 millones de personas de todo el mundo. "Estoy feliz de la vida, pero cagao de calor", fueron sus primeras palabras, luego multiplicadas en la web.

Allí Manuel Gonzalez (46), ex futbolista, fue recibido por los 33 mineros atrapados, entre los que se encontraba Franklin Lobos (53), ex futbolista.

Manuel jugó (de 8) en O´Higgins (fue compañero de históricos como Ricardo Lee, Bernardo Gallardo, Juan Reyes y José Carlos Quiroz). Franklin jugó en Cobresal (su suplente fue el iniciático Iván Zamorano) y llegó a la selección.

Manuel y Franklin se enfrentaron en la cancha (Estadio el Teniente, de O´Higgins) el 21 de julio de 1985 (ese año O’Higgins descendió y Cobresal fue 5º).

Especialista de Codelco (Corporación Nacional del Cobre), experto en fortificación minera y perforación vertical con 20 años de experiencia en el pozo de oro y cobre San José y 12 en rescates profundos, el socorrista Manuel Gonzalez llegó al mundo minero a partir del empleo de su padre en El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del mundo.

Franklin Lobos ya tenía sus amigos mineros antes de retirarse del fútbol: “yo no convivía mucho con mis compañeros. Me iba a jugar bowling o tenis con los mineros, terminaba el entrenamiento y me iba a jugar con ellos…” Así, involucrado, fue que terminó contratado como chofer en la mina San José, tres meses antes del derrumbe.

Manuel González y Franklin Lobos se encontraron, 25 años después, 622 metros bajo el desierto de Atacama. Franklin salió a superficie en el puesto 27º.

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