05.10.2010 - Calígula - Más allá del triste papel de Mariano Closs metiendo púa y tratando de generar frases de título, la cosecha dialéctica de Ángel Cappa viene dejando tela para cortar.
Después del ataque de furia contra Pezzotta (Bánfield - Ríver) y la sentencia contra Pompei en sólo una semana, suma a su tendal de amigos a Julio Falcioni después de hablar sobre Bánfield: "No hay que olvidarse de que Banfield llegó al gol con dos pelotas paradas. Pero, bueno, es la especialidad de ellos, que tienen a un maestro como Erviti, que en cualquier lugar pone la pelota con calidad y donde se le da la gana. Además, tiene buenos cabeceadores y eso lo ayuda. No los critico, al contrario, porque lo saben hacer bien y con esa receta ganaron un campeonato."
Materia opinable. Podrá decirse que Cappa no tiene por qué hablar de otro equipo o técnico o que hace bien enriqueciendo un debate que habla de fútbol y no del color. Nosotros creemos que no le faltó el respeto a Bánfield pero puso el dedo en la yaga de Falcioni quién, de manera unánime y aunque sigan pasando los años, reacciona cuando le dicen que su (único) trabajo es el de la pelota parda.
Don Ángel está asumiendo que el banco de Ríver es diferente al banco de Huracán y promete empezar a bajar el perfil.
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Don Ángel está asumiendo que el banco de Ríver es diferente al banco de Huracán y promete empezar a bajar el perfil.
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