01.10.2010 - Calígula - Ya lo dijo Gustavo Costas (?), “en el fútbol ya no hay códigos”.
Después de la breve y concisa diferencia de ideas surgida entre Ricardo Caruso Lombardi y Omar Asad nos venimos un poco más acá (o allá) en la provincia de Buenos Aires para ver Deportivo Merlo vs San Martín de Tucumán, jugado el sábado (25.09.2010) por el Nacional B.
Se jugaban los últimos minutos del partido, el “Santo” caía 1 a 0 ante el “Charro” y desde el banco de suplentes local arrojaron una pelota al campo de juego con la clara intención de hacer tiempo.
Carlos Roldán (DT santo) pudo haber reclamado la actitud antideportiva con el juez de línea o dar nota correspondiente al asistente. No obstante, eligió el camino más corto y gritarle claramente el adjetivo de “canceroso” a De la Riva (DT Merlo).
Nada del otro mundo por nuestras pampas futbolísticas, salvo por el aleatorio dato de que el uruguayo Felipe De la Riva, a través de sesiones de quimioterapia, acaba de recuperarse de un cáncer de ganglios que le fuera detectado en octubre del año pasado (09).
Apenas supo de su enfermedad, De La Riva presentó la renuncia a los gerenciadores de Merlo, pero recibió una negación y una “conminación” a seguir adelante.
"Son cosas del juego. Él sacaba la pelota; hacía tirar a los jugadores para hacer tiempo. Él mismo tiraba la pelota al medio. Tuvimos una discusión que terminó en la cancha. En un momento lo miraba para disculparme, pero siguió ahí. Nada más. Nos fuimos al vestuario y no pasó nada más que esas cosas que se dicen entre bancos… nos conocemos desde hace mucho tiempo y reconozco que tanto la actitud de él como la mía no fueron las adecuadas, pero la discusión terminó ahí. Antes de irnos al vestuario lo busqué para disculparme, pero no lo encontré", fue el descargo de Roldán.
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