Si cuesta entender el rol de Carlos Bilardo como Director General de Selecciones Nacionales traemos aquí un pequeño gran atenuante a la situación.
En septiembre de 2009, cuando la clasificación argentina estaba en plena y compleja construcción, el cuerpo técnico de la selección se había decidido por ocupar el campus de la Universidad de Pretoria durante la estadía mundialista. Argentina venía de perder con Paraguay (0-1) y todavía había que ganarle a Perú y Uruguay.
Entonces Carlos Bilardo estaba en viaje por Sudáfrica visitando las posibles instalaciones.
“El mundial es muy cortito. No es un campeonato en el que decís: Pierdo y me recupero. Acá no te recuperás. Tenés un error y fuiste. Cualquier error, ¿eh? De cualquier cosa. En la comida (léase Passarella en el 86), a la hora de dormir, un entrenamiento… Te pasa algo y ¡Pum!, para afuera” – respondía a Newsweek el doctor, recién comenzado el mes de agosto (09).
Varias selecciones mostraron interés por asegurarse el complejo de Pretoria pero las gestiones debían esperar los resultados e incluso, los sorteos.
¿Cuánto influye el lugar donde estará el equipo?
Mucho. ¿Sabés todo lo que ganás? Imaginate: éste es el hotel, ahí tenés la cancha al lado, entrenás dos veces por día. Con la cancha a 20 minutos la cosa cambia. Esperar el micro, subir al micro, el viaje, bajás. Después otra vez subir… una hora por día perdés. Es un montón.
¿La Argentina se instalará en la Universidad de Pretoria?
Estamos examinando otras alternativas en Johannesburgo. Yo no voy a los lugares que determina la FIFA, sino adonde recomiendan mis amigos…
Una vez que se ubica, ¿qué otros detalles hay que tener en cuenta?
Mil cosas. La gente que llevás, por ejemplo. Es complicado. No es fácil convivir los 40 a 50 días que dura si te va bien. Llevás todo. Los cocineros, por ejemplo. En Italia llevamos los que conocía Diego, que eran del Nápoli. A México llevé a los de un restaurante de un amigo de allá. Le pedí la gente, los mozos, los cocineros. Las chicas que limpian son importantes. En Sudáfrica, por primera vez, vamos a llevar gente de acá. África es distinta, por las costumbres.
¿Los elige usted en persona, los entrevista?
Sí, los tenés que conocer.
¿Qué evalúa?
Primero, no tienen que hablar. No tienen que contar nada de lo que pasa adentro. Puede haber gritos, cualquier cosa. Que no hable. Eso es lo que tiene que hacer. Y después, que colabore con el plantel. Si el jugador está nervioso y te insulta, bueno, no digas nada, dejalo.
Cocineros, mozos y ayudantes zen. ¿Deben ser casi invisibles?
Sí. No tienen que meterse, tienen que ser como si no existieran. Si no tienen experiencia no los llevamos. Tienen que haber trabajado en un club, estar acostumbrados.
Pasada la angustiosa clasificación y el ampuloso sorteo, la Argentina aprovechó el privilegio dado por el comité organizador de encabezar serie y, cuando aun a 108 días del mundial hay delegaciones que siguen cambiando hospedajes, se aseguró la Universidad pretoriana como hospedaje durante el mundial.
Inaugurado en mayo de 2002, el HPC (de 76 hectáreas) es la primera instalación de alto rendimiento deportivo construida en Sudáfrica. Se sitúa en Pretoria, capital administrativa sudafricana, donde viven 2.200.000 personas que hablan más de 12 idiomas (6% de inglés), en las cercanías del estadio Lotus Versfeld.
La Universidad vende el HPC con “un servicio médico de primer nivel, alojamiento cómodo, servicio nutricional, experiencia científica al servicio del deporte y una hospitalidad que apunta a la excelencia y el éxito".
Nueve canchas de fútbol, un estadio para 3.500 personas, un gimnasio y un hotel cuatro estrellas son algunas de las facilidades del hogar mundialista para la selección argentina.
Una pista de atletismo, 22 canchas de tenis, 2 frontones, 3 canchas de vóley, 2 de básquet, 6 de rugby, 4 de hockey, 5 de cricket, 1 de softbol, 7 de squash, 4 hoyos de golf, 2 círculos de lanzamiento de martillo y 1 piscina olímpica son algunos de los usos que permite el centro en área descubierta.
El hotel principal (antes la Casa de Rugby) se encuentra en el piso superior de la HPC con vistas a las instalaciones deportivas y los alrededores de Pretoria.
El paquete hotelero se contrata a medida y las posibilidades son variadas: extensiones opcionales incluyen los servicios del Instituto del Deporte de investigación (tales como la evaluación), el médico y el centro de ciencias del deporte (en la casa de los profesionales médicos, fisioterapeutas, psicólogos, un nutricionista, la bio-mecanicistas, etc), el Café Time Out, la Nashua Auditorio y otras pequeñas salas de conferencias.
El complejo habitacional se compone de cuatro taquillas (edificios). 1 y 2 se dedican a recibie huéspedes. 3 y 4 mantienen la población universitaria estable.
Para el huésped pueden abrirse 20 habitaciones de cuatro camas, 3 habitaciones dobles, baños y duchas en suite, mesas con líneas telefónicas, bar (abastecido a pedido), TV con acceso a 10 canales + video, seguridad de 24 horas, una caja fuerte electrónica por habitación, escritorio con acceso a internet, salón privado (exclusivo huéspedes), servicio de lavandería, pileta climatizada y auditorio.
No podemos pensar en una mano desubicada, un pase errado, un mal pique de la pelota, un cordón desatado, una patada tardía, un gesto superfluo, una palabra desmedida... no pensemos.
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