Hace unos días veíamos - desde acá - la situación de los emigrantes (muertos y bebés al mar incluidos) en el marco del escándalo que saliera al sol sobre los pasaportes truchos de no pocos jugadores argentinos con horizonte italiano y las repercusiones en nuestro mercado futbolístico cada vez mas diezmado.
Si nos corremos y miramos el mismo hecho desde una ventana europea encontramos, entre otras tantas, la preocupación del dirigente Marco Minnitti (opositor a Berlusconi) en “un país donde existe el delito de inmigración clandestina y en el que se toman las huellas dactilares a los niños gitanos”, la preocupación del Ministro del Interior, Roberto Maroni, que da cifras de 13.102 inmigrantes clandestinos llegados a Italia en lo que va del año (el doble que en el mismo período de 2007) con una proyección de 30.000 hacia diciembre y la sobreactuación pública del Poder ejecutivo poniendo 3000 soldados de vigilia en un país de 58 millones de habitantes.
Nada ajeno por su puesto el fútbol tiene su correlato. Lo que aquí (Argentina) lamentamos como “fuga de talentos” puede también lamentarse allá (Italia).
552 extranjeros (contra 66 de la temporada 1995/96, cuando se dictó la Ley Bosman) jugaron en la última temporada del calcio - cuenta Arcucci -, 462 jóvenes extracomunitarios se sumaron a las divisiones inferiores italianas en los últimos tres años, y sólo el 24,3% de los 2744 futbolistas que jugaron en las cinco grandes Ligas de Europa surgieron de sus divisiones inferiores. Es decir, empiezan a asustarse del monstruo que ellos mismos han creado. O, peor, que han comprado.
269 JUGADORES ARGENTINOS ESTAN FICHADOS EN LA FEDERACION ITALIANA (datos de “ARGENTINOS POR EL MUNDO” Tic Espor)
No comments:
Post a Comment