Emanuel Alvarez (21) recibió un balazo calibre 22 en el corazón cuando se trasladaba en un micro al estadio de San Lorenzo, poco después de que la caravana de más de 40 vehículos con simpatizantes de Vélez descendiera de la autopista Dellepiane, a la altura de La Quemita (Perito Moreno y Balbastro), predio deportivo de Huracán.
En el nuevo Gasómetro, minutos antes de la hora del comienzo del partido, mientras la voz del estadio decía por altoparlantes que “las autoridades a cargo de la seguridad informan que no hay heridos ni lesionados” los hinchas de Vélez rompían el alambrado, ingresaba al campo la gendarmería y se disparaban balas de goma y gases lacrimógenos. Hernán Pellerano y Maxi Bustos, después de hablar con los hinchas informaban y pedían desesperados la suspensión del partido: “mataron a un pibe”. La hinchada de San Lorenzo se burlaba: “se viene el abandono” y cuando los jugadores locales salieron al campo a precalentar, la voz del estadio volvió a sonar irónica e increíble: "entrenamiento atípico e histórico, con 30.000 hinchas presentes". Baldassi suspendió el partido San Lorenzo – Vélez.
Emanuel Alvarez, conocido en el mundo Vélez como “El gordo Ema” ya había fallecido por un paro cardiorrespiaratorio en el hospital Piñero.
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