Rácing 0 San Lorenzo 1

En un partido que sin tropiezos ni retardos marchaba al 0-0 la cabeza de Gonzalo Bergessio marcó el desnivel: una pelota que cayó en el área de Rácing lo encontró zambulléndose para conectar, en una especie de palomita rústica, el único gol y el final del partido cuando faltaban más de 20 minutos. Porque Rácing no jugó más, porque no tenía piernas, ni ánimo ni 11 jugadores (Erwin Avalos se fue expulsado en el minuto 16). Con todo, fue quién mereció llevarse algún premio; porque con diez hombres supo acorralar a un desmembrado y pálido San Lorenzo en un partido que terminó haciendo doler los ojos: delanteros que definen al bulto, punteros que desbordan y no encuentran receptores en el área, repetidos pases en retroceso, carreras maratónicas, despliegue crítico, pifiadas, off sides inadvertidos, pelotas sucias y roce constante. Rácing pudo haberlo ganado. Pudieron empatar. Y ganó San Lorenzo que pudo aumentar y empieza a respirar. Rácing está grave. No sólo en el cuadro institucional y deportivo. Lo más grave que le ocurre a Rácing es que ya ni los jugadores creen en ellos mismos y Bergessio (ex Rácing desde hace unos meses) se encargó de recordárselos el mismo día del hincha de Rácing.

Particulares visiones suelen arrojarse al momento de establecer días feriados. Aquí en Argentina, por ejemplo, recordamos a San Martín – instituido como paladín de independencia americana – en el 17 de agosto, día de su muerte y ahora, en pocos días más, recordaremos la última y más sangrienta dictadura militar que sufrió nuestro país, el 24 de marzo, día de su implantación (en 1976).
De alguna manera Rácing, con alguna reminiscencia peronista instituyó, a través del periodista Clemente Bourgarel y su programa partidario “Rácing, El Campeón”, el 7 de marzo como el día del hincha de Rácing. Porque el 7 de marzo de 1999 los hinchas de Rácing colmaron el estadio sin que el equipo jugara.
El 3 de marzo de 1999 desde los tribunales de La Plata y cuando la Cámara de Apelaciones ordenaba la inmediata liquidación de bienes, la síndico Liliana Ripoll anunciaba lo irreproducible con una frase que quedó grabada en la historia del fútbol argentino: “Rácing Asociación Civil ha dejado de existir”. Luego el juez Enrique Gorostegui no autorizó a Rácing a debutar en el torneo Clausura. El día domingo, 7 de marzo, la gente de Rácing copó el Cilindro (más de 30.000 personas) y a la hora del partido el DT Gustavo Costas y algunos jugadores (Fernando Quiroz, Pablo Michelini, Claudio Ubeda, Sergio Zanetti y Angel Morales), salieron a saludar y se vivió el momento irrepetible que fuera traducido más tarde en este día del hincha de Rácing.
Está bien y hasta cierta originalidad puede reconocerse en el hecho de conmemorar la añeja pasión por Rácing en un día de calendario. Como también que se recuerde a San Martín y a la dictadura militar para no repetirla. Pero podría revisarse el calendario y marcar la fecha de nacimiento del General, la fecha de caída de la dictadura y la fecha del primer título mundial ganado por un equipo argentino.