Cúper a Parma.

Horas antes de la celebración del juicio en los juzgados de lo social de Sevilla, Héctor Cúper (52) arribó al aeropuerto de Bolonia, Italia para firmar el contrato que lo unirá al Parma hasta el final de la actual temporada por unos € 200.000 más prima de salvación y renovación si todo va bien.

Otro equipo en alarma de descenso telefonea a Cúper, ahora para reemplazar al despedido Domenico di Carlo (5G, 10E, 13P) después de la derrota como local frente a Sampdoria (1-2) que dejó al equipo en el puesto 17º con 25 puntos, igual que Empoli, primer equipo en zona de descenso directo.

Mientras tanto, en Sevilla, sus abogados se verán las caras con Oscar Arredondo y José Antonio Gonzalez (gerente del Betis) para presenciar el juicio que iniciara cuando fue destituido de la dirección técnica del R. Betis después de 14 fechas (2G, 5E, 7P).

El conflicto español se reduce a € 300.000. Cúper reclama esa cifra en virtud del contrato firmado y Pepe León, presidente albiverde, se ampara en dos recursos legales: el reciente acuerdo entre el Colegio de Entrenadores y la Liga de Fútbol Profesional que ya no obliga a los clubes a liquidar en un solo pago los emolumentos de los entrenadores destituidos y (2) la (paradójica) certificación de que el Betis permanecerá en primera división, tal como fuera firmado con el entrenador despedido, al final de la temporada.

Y Cúper va. Firmando contratos calientes continúa trabajando en Europa bajo la etiqueta de entrenador serio, responsable, riguroso y de perfil bajo, cada vez con menos red bajo su andar.

“Era necesario un entrenador experto como Cúper para salir rápidamente de esta situación”, dijo Tomasso Ghirardi, presidente de Parma, que acaso no tenga 14 fechas de contemplación.

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