La fecha FIFA dio lugar para un paseo en camello, unas fotos, algunos suvenires y transpirar un poco la camiseta argentina para volver a enfrentar a Egipto después de 80 años (6-0 en 1928) en un partido chato que no tuvo – y no quiere decir que no se esperaran – sorpresas. Porque se vio un equipo – como no podía ser de otra manera – sin trabajo. Con la rutilante ausencia de Lionel Messi, Basile hizo pruebas (positivas) sin modificar demasiado los esquemas.
Lucho González, vuelto a la selección después de 7 meses (1-2 con Noruega en Oslo) hizo un pálido papel en honor a Riquelme. Fernando Gago dio los pases verticales que suele dar Cambiasso. Cavenaghi, vuelto después de tres años, jugó unos pocos minutos con más hambre que orientación. Lisandro López corrió cinco minutos y Pablo Zabaleta apenas dos.
Poco juego colectivo, concentración defensiva y ráfagas individuales vuelven a ser el lugar común argentino donde se distinguió Kun Agüero y se extrañó el vértigo messiano y la guapeza de Tévez.
Egipto: Essam El Hadari; Hany Said, Ahmed Fathi, Wael Gomaa, Shady Mohamed y Sayed Moawad; Ahmed Hassan (ST 43’ Gammal), Mohamed Aboutriaka (ST 27’ Fadi) y Hosni Abd Rabou; Emad Moteab y Mohamed Zidan. DT: Hassan Shehata.
Argentina: Roberto Abbondanzieri; Javier Zanetti, Martín Demichelis (ST 38’ Coloccini), Nicolás Burdisso y Gabriel Heinze; Javier Mascherano, Fernando Gago y Maximiliano Rodríguez (ST 44’ Zabaleta); Luis González; Sergio Aguero (ST 41’ L. López) y Julio Cruz (ST 24’ Cavenaghi). DT: Alfio Basile.
Goles: ST 20’ Agüero (A) y 39’ Burdisso (A)
Arbitro: Dejamel Haimoudi. Estadio: Internacional de El Cairo.
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