45.000 hinchas se juntaron para la edición nº 144 del clásico platense que – por 5º vez consecutiva – se llevó Estudiantes. Gimnasia no sólo quedó en zona de descenso directo sino que tras el partido (1-3) su entrenador, el Topo Sanguinetti, presentó la renuncia que fue aceptada (o intimada).
Las calles y oficinas de La Plata oyen por estas horas que a Gimnasia le dicen cucaracha (porque siempre anda debajo de la tabla), trineo (porque atrás son de madera y adelante todos perros), Peugeot 504 (porque lleva un león adelante), que no son las ratas sino los topos los primeros en abandonar el barco y que un pincha toca timbre en la portería de un edificio, pregunta por el lobo y el portero le contesta que “ya baja”.
Desde la victoria conseguida en la última fecha de la primera rueda del Campeonato de 1945 (4-2), Estudiantes no volvió a quedar en desventaja en el historial clásico. Hoy, con la racha empezada en el histórico 7-0 de 2006, los números quedan para el León en 50-50-44.
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