Monday, July 16, 2007

Seleccion argentina: a pensar.

FUERA DEL EQUIPO

1. BASILE SELECCIONADOR: No podemos decir que los jugadores estuvieron mal seleccionados. Lo primero que hace un entrenador cuando toma un equipo nuevo es continuar con la misma base y agregar o quitar partes según paladar o filosofía.
2. BASILE ENTRENADOR: Sufre los mismos problemas que el resto, falta de tiempo de trabajo por los calendarios ocupados y la disgregación del plantel.
3. CONTEXTURA: Los valores generadores y desequilibrantes de Argentina, Messi, Tévez y Aimar son pequeños. Una referencia de área es Crespo (33 años) y Milito (a prueba). Se necesita más presencia física.



EN EL EQUIPO

1. VELOCIDAD: Argentina trata bien la pelota, es prolija y cuidadosa al momento de trasladarla. Pero es excesivamente lenta, sin sorpresa, al punto que de tardar en definir partidos incluso llega a dormirse.
2. CIRCUITO CREATIVO: no funciona. Se definen jugadas efectivas y agresivas a partir de movimientos individuales (Messi, Tévez, Zanetti). Acaso con un circuito ofensivo más armónico y veloz, Messi juegue más en equipo.
3. Faltan horas de trabajo en el SISTEMA DEFENSIVO: Coordinación, off-side y retroceso son los puntos más débiles. La edad de Ayala, las limitaciones de Heinze (central como marcador de punta) y el nivel de Abbondanzieri son para tomar en cuenta.
La variante RIQUELME se mostró agotada hace mucho tiempo. Bielsa lo probó, Pekerman lo probó y Basile ya lo probó. Es momento de elaborar un sistema en base al juego de otro jugador en ese puesto o, si no lo hubiere, una dupla acompañada de doble volante de contención y que además sepa jugar sin pelota. De este modo VELOCIDAD (1) y CIRCUITO CREATIVO (2) tendrán una nueva base de proyección.

No es fácil proyectar un central de jerarquía, no hay nombres unánimes. Es más sencillo en el puesto de arquero (Carrizo y Ustari pueden ensayar).


EN EL MUNDO

Está muy claro y reafirmado. Argentina continúa padeciendo dos largos síndromes:


1. El síndrome posMaradona: el problema central. Lo sufrieron los DTs a la hora de armar el juego de creación y ataque. Passarella jugó con Ortega y Gallardo alternativamente. Bielsa fue el que más variantes probó: Riquelme, Verón, Aimar, D`alessandro y diferentes duplas. Pekerman volvió hacia atrás deshaciendo un largo trabajo y volvió con Riquelme. Basile se propuso darle una nueva oportunidad a Riquelme rodeándolo de jugadores hábiles o técnicamente dotados (Verón, Cambiasso) en el mediocampo. El problema sigue sin solución. Van 13 años desde que Diego dejara la selección.

2. El síndrome posFillol: este es más antiguo y menos notorio. Van 21 años desde que el Pato dejara el arco argentino. Desde entonces ninguno de los arqueros propuestos pudo hacer pie en la selección de manera segura y contundente. Han pasado Pumpido, Goycochea, Islas, Roa, Nacho Gonzalez, Cristante, Cavallero, Burgos, Bonano, Lux y Abbondanzieri. Hoy existe una nueva generación (Ustari, Carrizo) que merece, al menos, algún ensayo.

Desde entonces (1994), dados los resultados y las performances, queda claro y despejado de dudas el puesto que ocupa la selección argentina en el concierto internacional, entrando al último escalón de la elite mundial como segundo equipo de América.

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