SEMIFINAL: ARGENTINA 3 vs MEXICO 0
Salieron serios, concentrados, midiéndose. Uno venía de golear; otro de ganarle a Brasil. Tanto Argentina con algo de jactancia como México de cautela. Aquel proponía, este esperaba. Un fabuloso caño de Tévez – aguantando otra marca sobre sus espaldas – y algún toque de Messi levantaron al público: acá está Argentina. Pero enseguida una mala entrega de Riquelme mostró la velocidad mexicana para llegar al arco rival y besar el travesaño. El horno no estaba para bollos, no había red para errores o displicencias más que la del propio arco. Así Argentina salió con decisión ( y atención) a jugar en campo contrario. Pero el contrario no lo esperó atrincherado y eso provocó que el equipo argentino se acortara demasiado: Tévez y Messi, las puntas, quedaron situados casi en la mitad de la cancha y no podían remontar esa lejanía hasta el arco. Verón era quien le daba movilidad al medio juego con toques cortos, largos, de primera y precisos, pero Argentina fue perdiendo terreno. México, desde su base – de categoría - en Rafa Márquez, estaba bien plantado y no sólo comenzó a ganar terreno sino que también se hizo de la pelota (Basile se inquietó: ¡Tenganlá! ¡Tenganlá!): con un juego más bien rústico pero seguro llegó a ganar el mediocampo. Hasta que apareció Heinze. ¿Quién? Heinze. Minuto 44. Tiro libre. Riquelme la tira en rosca a la olla y Heinze define de aire, al lado del arco (y del arquero). Hasta entonces era marcador abierto y balanza oscilante. Uno con más volumen de juego, otro con besos en los palos. Y así parece... Argentina – en formación – aun depende de sus individualidades (que las tiene). Entonces, en desventaja y con los planes previstos ya caducos, los rivales de Argentina buscan nuevo libreto mientras los gauchos relajan, juegan y no temen hacer circular la pelota. Entonces apareció Messi.
Foto: Tévez 1 habilita al vacío a Messi 1. Tévez 2 pica a buscar la (lógica) devolución. Messi 2 recibe y ve llegar dos marcas. Tévez 3 mira expectante. Messi 3 decide en una milésima de segundo y el fútbol canta.
Vaya egoísmo de Messi que ya marcamos en otras oportunidades. Egoísmo que lo corre de la lógica. Vaya velocidad mental, decisión, confianza en sí mismo, precisión. Estas son las cosas que se salen de libreto – si lo viera Dante Panzeri -, que van contra el juego colectivo y que llevan las mínimas posibilidades pero que, cuando salen, engrandecen el fútbol. Es como decirle a un hijo estudiá que es lo más lógico y seguro para tu futuro o hacé lo que sientas pero hacelo bien, un winner de Vilas, un triple de Ginobili, un knock out de Monzón pero con el pie, a todo o nada, a la gloria o al insulto. No esperen que Messi devuelva una pared, pueden esperar otra cosa.
ARGENTINA: Abbondanzieri; Zanetti, Ayala, Milito, Heinze (1 gol); Verón (Gago), Mascherano, Cambiasso, Riquelme (1 gol); Tévez, Messi (1 gol).
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