Friday, May 29, 2009

Corazón rosarino

En las postrimerías de un desigual Clausura, los equipos rosarinos navegan en una irregularidad que puede tornarse peligrosa. Martín Rubino - periodista - nos acerca una visión de cara a la última fase del torneo.

La recta final del Clausura es una bocacalle donde confluyen en un reducido espacio los múltiples objetivos que persiguen los 20 equipos. Central y Newell’s no le escapan a ese atractivo cambalache entre los que pujan por la gloria y los que se esfuerzan para no hundirse en el barro. Claro que las urgencias de uno contrastan con la ilusión del otro, dentro del marco de una nítida irregularidad.

Sería un lamentable gesto de exitismo elogiar sin cautela a Newell’s luego de su sólida victoria ante San Lorenzo. Así como sería de ignorante no destacar que el equipo recobró por un rato las cualidades del principio de torneo y que tiene margen para seguir mejorando. Sensini debe reforzar el aspecto anímico y agregarle color al dibujo futbolístico. Cuando hay hambre el pan duro es salmón, pero la distancia de cinco puntos que ostentan Vélez y Tigre, hoy últimos en entrar a la Sudamericana , obliga a refaccionar con urgencia el barco para desembarcar en el plano internacional.

De la ilusión, a la preocupación. Ese es el cambio que se produce en el análisis cuando se hace referencia a Central. La llegada de Russo entusiasmó en el inicio pero el magro nivel de las últimas jornadas derrochó aquel capital de optimismo. La dependencia del Equi y los errores defensivos encabezan la lista de falencias. Quizás sobre corazón para no bajar los brazos, pero la cruel Promoción y el asesino descenso directo no van a perdonar ningún traspié. Tampoco lo harán Racing y San Martín (T). Será cuestión de reaccionar a tiempo antes que la soga inicie su coqueteo por el cuello.

Martín Rubino es periodista deportivo recibido en DeporTEA y escribe periódicamente en su blog Corazón rosarino.

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