Alegría. Porque vivimos una fiesta de fútbol.
Alegría.
Porque el tiki tiki triunfó sobre el pragmatismo.
Alegría.
Por la burla de los pronósticos.
Porque ganó el estilo.
Porque Messi festeja botín en mano.
Por noventa y tantos minutos olvidemos penales silenciados, estadísticas prolijas y mercadotecnia. Despojémonos y miremos fútbol como el chico que tenemos dentro. Salgamos del mundo y vivamos sólo el fútbol, aquí y ahora. Miremos un estadio perfecto, un césped de cine, una técnica deslumbrante y camisetas tan transpiradas como relucientes. Y más allá de que las finales se resistan al análisis, esta es desigual, elegante, contundente y sobretodo un legado.
Alegría.
Porque el tiki tiki triunfó sobre el pragmatismo.
Alegría.
Por la burla de los pronósticos.
Porque ganó el estilo.
Porque Messi festeja botín en mano.
Por noventa y tantos minutos olvidemos penales silenciados, estadísticas prolijas y mercadotecnia. Despojémonos y miremos fútbol como el chico que tenemos dentro. Salgamos del mundo y vivamos sólo el fútbol, aquí y ahora. Miremos un estadio perfecto, un césped de cine, una técnica deslumbrante y camisetas tan transpiradas como relucientes. Y más allá de que las finales se resistan al análisis, esta es desigual, elegante, contundente y sobretodo un legado. 
Desde el dual motor de Xavi e Iniesta con explosión de Messi, transimisión Tití, potencia Puyol y lubricantes Pep, la máquina del Barcelona se hace de su primer TRIPLE CORONA. CRONICA UEFA / ESTADISTICAS DE LA FINAL / ALINEACIONES
BARCELONA REY, MESSI EMPERADOR (VALE CHUMBAR)
BARCELONA AMO Y SEÑOR (EL BALON EUROPEO)
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