Haciendo gala de la popularidad que me convoca desde los confines más recónditos de mi cocina (?) y de la rebeldía discursiva que me caracteriza, y que además, lleva a desequilibrados mentales y a ubicarme en algún extraño lugar de privilegio, quería pasar a dejar en claro –o al menos intentarlo- algunos pensamientos CLAVE sobre ciertos comportamientos que vienen a echar por tierra la equivoca teoría de que las mujeres somos tontas porque los trabajos sobre glúteos y zona lumbar inciden directamente en la cerotonina (primera y única fabricante de neuronas) razón por la cual muchos caballeros sostienen que no tenemos derecho a emitir sonido alguno en cualquier situación que reúna a varios hombres y una pelota.
Toda mi vida me he preguntado cuál será el motivo por el cual las féminas sostienen que cuanto menos sepan de fútbol y, por consiguiente, cuantas más burradas digan, son mas femeninas y encantadoras?
Y para el caso, un ejemplo practico;
Día miércoles luego del partido de Argentina (vs Bolivia), clase de física, Andreita sentada pretendiendo entender lo que la profesora indicaba, cuando de repente siento un susurro por detrás de mis hombros... “OJALA QUE ARGENTINA NO CLASIFIQUE PARA EL MUNDIAL, GORDO PUTO”… y ahí mismo deje de atender a las explicaciones de la docente y se me paso por la cabeza “CON QUE AUTORIDAD HABLA ESTE MONGOLOIDE Y, PEOR AUN, LUEGO DESAUTORIZA MIS OPINIONES?”
Como seguíamos en clase y no parecía apropiado levantarme y aplicarle un correctivo, dije –también por lo bajo pero en sentido contrario y además con conocimiento de causa- “seguro que sos la clase de veleta enfundado en celeste y blanco que cuando vino Boca a jugar con Rafaela te fuiste a la hinchada de Boca, salame!”. Y en respuesta este mamífero insurrecto esboza a modo de clara agresión un “callare tribunera”. La clase entera se dio vuelta a mirar a este sujeto –sobre todo algún que otro fana de Rafaela indignadísimo- las chicas, unas se reían, otras me miraban como no entendiendo nada y el resto de ellas ni sabía que jugaba la selección.
Cuando suena el timbre para salir, abandono el lugar junto a mis 4 compañeros varones del grupo y una chica se me acerca a preguntar si era realmente así lo que había dicho de aquel compañero de clases. Su súbito interés en el fútbol sólo nacía a raíz que había captado la atención de la platea masculina de la clase –entre ellos el salame de Milán al cual había bajado de sus nubes magnánimas de un hondazo- lo que devino en una conversación sobre el fútbol en general. Esta chica, entonces, dijo: “Ay! La verdad que yo no entiendo nada de fútbol!!!”, como si se tratase de física cuántica –la cual recursa este año, aclaro- a lo que respondí: “Y que es lo que te parece tan difícil? Son 22 tipos corriendo detrás de una pelota, que tienen que meter un gol en el arco contrario al suyo, y el que mete mas goles, GANA! Te parece complicado eso?”
La flaca me quedó mirando estupefacta, y siguió luego con su monólogo de mujer estúpida que no entiende “cosas” de hombres, por suerte yo ya había decidido huir de las instalaciones.
El asunto es que –como si ya no hubiese tenido suficiente- llego a casa, y revisando la web (después del 6 a 1 contra Bolivia) encuentro ciertos contrastes que confirman un poquito aquella teoría (?) de que los argentinos somos LEVEMENTE exitistas.
Leo entonces un mensaje escrito en un medio –una hora después del partido-
“Demostraste que no sabes una goma de fútbol, gordo demagogo, a ver si te bajas del altar ese que vos mismo y la ignorancia del pueblo construyeron. Si el fútbol no fuera un negocio y Grondona un ladrón de cuarta, hoy el técnico seria Carlos Bianchi, y no vos, gordo de mierda”.
Lo que me retrotrajo al bufarra de mi clase y a la babacha recursante… y me pregunto entonces… no será que el fútbol no es cuestión de opiniones divididas entre géneros sexuales sino en opiniones de personas mínimamente interiorizadas en el tema? Será que no es tan importante si se trata de fútbol, pelota paleta, bolitas chinas o física aplicada a los cartones y si cuestión que los interlocutores sepan de que hablan para no encontrarnos en la disyuntiva de tener que elegir entre la vergüenza ajena y el mal gusto, o, peor aun, entre ser mujeres que entendemos y disfrutamos del deporte o parecer idiotas para gustarle a los hombres? Seriedá caramba!
Al respecto de esto –y a modo de auto-respuesta- pensaba y repensaba en los alcances de repetidas agresiones hacia mi humilde personita y por que no, hacia mi ego también, ergo… lejos de salir con la bandera del feminismo debido a que mi vida sin los hombres es como un fernet sin coca (?) tengo que decirlo! Agresioooooooón!!!! Un poco de justicia!
Sinceramente esto de que se crean indispensables nos cansa - si, si, en plural chicos - PIEDAD! Nos cansa. Siempre -incluso cuando hablemos de pelotas- SIEMPRE, sabremos de que hablamos, porque no seremos eminencias en la materia “ES GATORADE SRITA II”, pero somos voluntariosas.
Es así que por esta razón -y no por otra– y para que tampoco digan que no les avisamos, los que nos subestimen, por lo menos, tengan a bien darnos una oportunidad o al menos abstenerse de boquear como peces y quedar como unos verdaderos botonazos porque, a pesar de todo, los queremos bastante demasiado –aun cuando los hagamos enojar hablando de fútbol- :D
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