Thursday, March 19, 2009

Flores amarillas


“Diego no es técnico” despachó Maturana. ¿Cómo es eso? “…Vos a vas a ser técnico el día que salgas de la cancha en tanques de policías y el día que te quieran quemar la casa. Recién ese día vas a aprender a ser técnico”. Y fue algo que me quedó grabado”.

Ya explicamos, Aragonés mediante, la significación supersticiosa del color amarillo. Pero a esto le sumamos ahora el elemento “flor”.

Los hinchas de Deportivo Quito que le tiraron a Mostaza Merlo cantidades de flores amarillas en el estadio Atahualpa, quizás equivocaron en las proporciones o en los condimentos del combo al agregarles otras cantidades de sal y un enorme gato negro.

Según cuentan en Quito, los hinchas del Deportivo copiaron el conjuro hecho por la hinchada de Estudiantes de La Plata en septiembre de 2005, cuando le ganaron 1-0 al Ríver de Mostaza, pasando por alto, entre otras, las flores amarillas arrojadas por los bichos colorados en el Cilindro para el 0-1 de su Rácing frente a Argentinos Júniors del 19 de marzo de 2007.

Como fuere, el combo no tuvo (relativo) éxito: Barcelona – su equipo – empató de visitante y siguió arrimado (3º) a la cúspide de la tabla ecuatoriana.

A la vista de los resultados y hasta nuevo aviso o hallazgo, el combo GATO + SAL + FLORES AMARILLAS causa efecto a mediano plazo.

En diciembre de 2008, cuando Barcelona queda afuera de la clasificación a la Copa Libertadores 09, Mostaza es despedido de Ecuador después de ser nombrado persona no grata, de una lluvia de botellas al campo y de una persecución (sic) de los hinchas hasta la boca del túnel (foto).


Vuelto a Argentina, diploma Maturaniano en mano, Mostaza es contratado por Rosario Central, en zona de descenso directo, con 4 partidos jugados, un empate y tres derrotas.

El hombre arrojado (al que le arrojan flores, gatos, sal y botellas) de la estatua honorífica debuta contra San Lorenzo – flores amarillas mediante - en la 5º fecha del actual torneo Clausura ganándole en casa por 3-1.

Y no es todo. El hombre arrojado viaja a Sarandí en la 6º para volver a ser recibido con una lluvia de flores amarillas y espetarle un 0-5 a Arsenal, lo que le valió a Daniel Garnero el mote de “milagroso” por quitarle 5 peras al olmo.

El tongo de las flores amarillas es bastante más antiguo que Merlo. Mostaza sólo confesó – cuando dirigía a Estudiantes – que una vez le regalaron un racimo y el pincha perdió. Pero el hecho viene del teatro del siglo XIX. Si observan bien la foto de Mostaza en el banco de Sarandí, las flores que le tiraron el último domingo fueron “claveles”.

Los directores de teatro enviaban rosas a los actores que renovarían su contrato. Pero si los actores no iban a ser renovados contractualmente sólo recibían claveles.

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