La cosmopolita ciudad de Rosario, cabecera de departamento, se levanta sobre la margen del río Paraná como uno de los enclaves más populosos y acogedores de nuestro país. No sólo la infraestructura de su puerto ni su millón de habitantes la hacen una de las ciudades argentinas más importantes, sino que allí mismo se enarboló por primera vez, de manos de Manuel Belgrano, la bandera nacional.
Pues es aquí en Rosario donde se vive de manera muy particular un encuentro “clásico”deportivo del que supo decirse es más caliente e íntimo que el mismisimo Boca – Ríver. Pasión por el fútbol que, en un país como el nuestro, dejan huella hasta en la impronta urbana de sus calles (foto, click para agrandar). Aquí los protagonistas: Rosario Central y Newells Old Boys, canallas y leprosos.
Rosario Central hoy: intervenido por la jueza Liliana Giorgetti quien determinó un triunvirato directivo (un contador sorteado, el presidente del Colegio de Abogados y el presidente del Consejo de Ciencias Económicas) hasta las nuevas elecciones. Pablo Scarabino, ex presidente, fue removido del cargo cuando se tramita la causa por presunta administración fraudulenta (Juzgado nº4 de Rosario). Había asumido en agosto de 2003 y su gestión estuvo signada por causas judiciales hasta que fue removido a fines de 2006. En mayo último reasumió pero las nuevas irregularidades generaron la intervención. El último eslabón fue la transferencia de Angel Di Maria al Benfica de Portugal.
Newells Old Boys hoy: la madre de Alan Zentner, volante central de 21 años que llegó hasta la Reserva, denunció ante la justicia (Fiscalía nº5 de Rosario) que Sergio Almirón, ex jugador y actual coordinador de las inferiores del club, le pidió entre 30 y 40.000 pesos (unos u$s 12.000) para que su hijo juegue en primera.
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