Llegó el verano… y el invierno a Europa, donde temperaturas de hasta -30ºC y tormentas de nieve complican la vida hasta la muerte: más de 50 personas.
Mientras se celebra en Copenhague la Cumbre sobre Cambio Climático donde se escuchó decir a Ban Ki-moon (secretario general de la ONU) que los países en desarrollo tendrán que ceder en sus aspiraciones de alcanzar un acuerdo sobre el dinero que deben pagar los países ricos para combatir el calentamiento global y a Todd Stern (emisario de Barack Obama) adelantar que su país (EE.UU) no prevé aumentar en este momento sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en Europa se cierran autopistas, se retrasan los trenes, se cancelan vuelos y se multiplican los accidentes de tránsito.
Imaginemos que el calendario deportivo sufrió modificaciones: en el Calcio italiano Génova-Bari, Bolonia-Atalanta, Fiorentina-Milan y Udinese-Cagliari más partidos de la serie B y de inferiores fueron pospuestos para mediados de enero; en Holanda fueron suspendidos todos los partidos pautados; Anderlecht-Brujas y Standard de Lieja-Charleroi, en Bélgica, también fueron suspendidos.
Sin embargo, en Alemania, donde se cuentan –hasta ahora- 6 muertos, 400 vuelos cancelados en el aeropuerto de Dusseldorf y 50 en Frankfurt, la Bundesliga siguió adelante. La temperatura no pasó de los -10ºC y no hay normativa que regule la temperatura mínima de juego (calculan un tope de -20ºC), por lo que Hamburgo pudo vencer (2-1) a Werder Bremen.
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