Podría decirse sobre la dureza de la pretemporada, sobre las altas temperaturas de estos últimos eneros o también la falta de rodaje, viejos atenuantes que suelen oírse entre paupérrimos partidos de verano. Todo puede caberle a este Estudiantes 09 que este verano tuvo que salir a debutar jugándose la entrada a la primera fase de la Copa Libertadores.
Perdió (1-2, Sporting Cristal) en Perú y el pasado miércoles (4 de febrero) la peleó hasta el final para meterse en el grupo 5 ganando 1-0, ni más ni menos de lo que necesitaba para clasificar.
Los pronósticos y las apuestas daban por cerrado el caso antes de iniciado. Si no era la jerarquía de sus jugadores, la localía o la nunca olvidada mística copera: Estudiantes no queda afuera.
Y sin embargo hasta el minuto 76 lo estuvo. Porque Verón ya estaba cansado, Boselli se apuraba, Desábato define como defensor que es, Estudiantes no llegaba en bloque y entonces dependía de la precisión en la última puntada. En estos casos quedan dos opciones: o generar más juego en ¾ de cancha o acumular cabezas en el área. Sabido y aceptado que Verón monopoliza la distribución, Astrada (DT) se decide por sumar gente en el área: entran Calderón y Lentini, Ramón Lentini, negrito, pinta de boxeador, misionero, 11 hermanos, grandote, macizo, guapo, quien cabeceó un centro y la metió y metió a Estudiantes en la Libertadores cuando se venía la noche.
Pero no fue eso lo que me impresionó de Lentini, ni sus promedios (récord) de goles en inferiores, ni su “presencia” en el ataque. Fue un gesto técnico que tuvo minutos antes, cuando dentro del área recibió la pelota sin ángulo de remate y con una marca inmediata: entonces tiró un taco, diagonal hacia el centro, que dejó a Benítez en posición de remate. Y me impresionó porque fueron el recurso (no había tiempo de girar o acomodarse), la elección (el compañero mejor ubicado), el momento (cuando leyó que no había salida) y la velocidad indicada, todo en un segundo, como el fútbol requiere, en su cuarto partido en primera y jugando una clasificación a Libertadores. Andrés Padrón, su tutor de inferiores, salió a decir que “debió haber debutado antes” (tiene 20 años), pero claro, después del partido.
Ahora la duda: ¿es Lentini distinto? ¿Nuestro fútbol está destruido hace tiempo? o ¿Ambas cosas?
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