10.11.2010 - Calígula - No era fácil. Nubes complicadas se acercaban al Parque. Newells venía de billetera flaca, comprometido con el promedio del descenso y contaba con los jóvenes frutos de su semillero.
Y se agrega Jorge Griffa llegando al despacho del presidente, Marío García Eyrea, a proponer su idea: Marcelo Bielsa (35) como el hombre indicado para tomar técnicamente al primer equipo. Sí, el muchacho de inferiores.
"Griffa fue quien nos sugirió que Bielsa ya estaba para dirigir en Primera. Necesitábamos reducir el presupuesto del cuerpo técnico y darle oportunidades a quienes vienen trabajando desde abajo. Además, Griffa sostuvo que para culminar su trabajo necesitaba un técnico que proviniese — como casi todos los jugadores— de las inferiores", recordaba García Eyrea.
"Marcelo, si usted piensa encarar el campeonato con una dupla central de 19 años de promedio, está loco...", le dijo Jorge Castelli a Marcelo Bielsa antes de comenzar la pretemporada en Funes en agosto de 1990.
"Profesor, espere a ver la calidad de estos jugadores. Después me dice", fue la respuesta de Bielsa. Los jugadores en cuestión eran Fernando Gamboa (20 años) y Mauricio Pochettino (18). Además Darío Franco y Eduardo Berizzo tenían 21 años, Fabián Garfagnoli, 20; Cristian Ruffini, 19; Julio César Saldaña, 23; Adrián Taffarel y Julio Zamora, 24. Los más viejos eran Norberto Scoponi (29) y Gerardo Martino (28).
Con un inédito juego de pressing, sustentado en un distinguido estado físico, formaciones nuevas (3-3-1-3) y el arco de enfrente entre ceja y ceja, Newells se coronó campeón del Torneo Apertura 1990 con 11 triunfos, 6 empates, 2 derrotas, 30 goles a favor y 13 en contra, peleando palmo a palmo con el Ríver del ascendente Daniel Passarella.
Y más tarde, una vez terminado al Clausura 1991 ganado por Boca, se llevó el título de la temporada ganando la final ante los xeneizes (3-1 penales) por el Torneo Integración 1991.
Así aparecía Marcelo Bielsa en el fútbol profesional de Primera División.
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