04.09.2010 - Calígula - Con goles de Fuertes (´4) y Larrivey (´41), Colón venció (1-2) a Rácing (Bieler ´30) en el Cilindro, logró su primera victoria en el torneo y aguó el aniversario del estadio.
Quizás Rácing se deba un nuevo exorcismo. Acaso a este Rácing encadenado a la angustia como Prometeo al peñasco también le renace la mala suerte como al héroe sus entrañas. Podría el cura Juan Gabriel renovar su bendición (de 1998) o la gente de mantenimiento volver a excavar detrás del arco maldito que ya hizo excavar Alfio Basile (encontraron el esqueleto de un gato).
O tal vez sea más simple. Si notamos que desde que se multiplicaron los efectos de márketing (nueva campaña de socios, afiches al vecino o cumpleaños del Cilindro) Rácing no sumó un solo punto, unas vacaciones a Pablo Rhode (encargado del área) podrían resolver el asunto (?).
La noche de Rácing prometía fuegos artificiales. Previa desigual: Juan José Pizzuti, el Chango Cárdenas, Juan Barbas, Rubén Paz, Miguel Ángel Colombatti, Rubén Capria y Diego Milito fueron citados y homenajeados en campo por los 60 años que en la fecha cumplía el Cilindro.
Colón, de rumores y errores, venía sin ganar en el torneo y la bandera de la Guardia Imperial (de 200 metros) cubría cóncava la bandeja inferior: la cena estaba servida.
Fue una noche de Pozo. Diego Pozo, el arquero de Colón observado por Maradona.
Porque Rácing supo arrollar a Colón y pelotear su arco. Sin orden, sin sistema, con fervor y empuje. Y Pozo respondió una y otra vez.
Del otro lado, tres opciones (Rácing retrocede muy mal) que dejaron dos goles (Fuertes y Larrivey).
Todo en el primer tiempo, porque en el segundo Colón armó línea de cuatro y peleó el partido en el medio ante un ciclotímico y cansado Rácing que gasta energías y no cosecha.
.
No comments:
Post a Comment