01.10.2010 - Calígula - El agua y el fútbol no suelen llevarse del todo bien. Aunque pueda verse como una cuota de dramatismo o condimento desigual, las lluvias tienden a conspirar contra el fútbol (el último superclásico suspendido en la Bombonera es una prueba irrefutable).
Pero el diseño puede presentar atenuantes, modificar situaciones y hasta convertir la lluvia en un hecho esperado: tal es el prototipo PITCH: ÁFRICA.
Un innovador sistema de almacenamiento de agua con forma de cancha de fútbol (callejero), diseñado en función de los más de mil millones de personas en el mundo sin acceso a agua potable.
El sistema permite que el agua de lluvia caída en la cancha y en las gradas sea almacenada, filtrada y distribuida a la comunidad circundante como potable.
Contempla 32 contenedores que, en conjunto, pueden almacenar hasta 1,8 millones de litros de agua, cantidad suficiente para satisfacer las necesidades diarias de agua potable - cinco litros - de 1.000 personas cada día durante un año completo.
El campo de juego, de medidas “papi”, no es de césped y se parece más bien a una miniatura de X Games, con un material esponjoso de plástico azul cubierto de agujeros por donde cae el agua a través de una membrana semi-permeable a los contenedores de transporte por debajo.
Esto se presenta como alternativa sostenible o complemento a las prácticas en uso de perforación de pozos de agua que suelen terminar secándose en continentes como África.
En gran parte del continente africano, las lluvias pueden sumar entre tres y seis metros por año (más precipitaciones que en algunos países del norte de Europa). Pero como la lluvia se concentra en lapsos cortos, mucha de esta agua se evapora y se pierde. Se sabe (y pudimos verlo antes, durante y después del último Mundial) que hombres, mujeres y chicos caminan hasta 40 km por día para conseguir el agua a menudo contaminada.
El prototipo, construido por los arquitectos Jane Harrison y David Turnbull, fue patrocinado y presentado en el puerto de Los Ángeles (USA) a mediados de año por la Fundación Annenberg.
Harrison y Turnbull son los miembros fundadores de Atopia Research, una organización sin fines de lucro de Nueva Jersey, que trata de encontrar soluciones arquitectónicas y de diseño a los problemas humanitarios y comenzaron el proyecto en 2008 cuando recibieron una donación de u$s 450.000 por parte de Annenberg para tal fin.
Mientras están terminando de regular las medidas finales del campo de juego y de determinar la primera implantación en el sur de África, los organizadores planean llegar, subvención mediante, con nuevos campos a Etiopía y Tanzania.
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