Thursday, August 14, 2008

Hilario "Cleto" Navarro.

EN UNA OPERACION RELÁMPAGO, A HORAS DEL CIERRE DEL LIBRO DE PASES, HILARIO NAVARRO CRUZÓ LA CALLE QUE SEPARA RÁCING DE INDEPENDIENTE.

El pibe jugaba para los de Los Pinos. Andaba de zapatillas rotas y nadie sabía bien donde vivía. Más bien solitario y callado aparecía en la cancha los domingos para amargar a los del Barrio San Martín, eternos finalistas, subcampeones e indiscutidos dueños de todos los umbrales.

Un día se lo toparon en el colegio y le dijeron que se venga a jugar para el equipo del Barrio. ¿Y por qué voy a ir para ustedes? – afrontó. Por esto, le dijeron con un celular en alto. Desde entonces Barrio San Martín fue campeón.

Cuando todavía se está haciendo el inventario de lo caído sobre el córner del Camp Nou que visitara Figo con la camiseta merengue – JB, pelotas de golf y cabeza de cerdo sin frutilla en la boca incluidas – la historia continúa. Ni el primero ni el último. Ya Merico – Tesorieri, el gran arquero - supo irse para volver cuando todavía dolía cabecear. Las camisetas son, en definitiva, intercambiables. Boca – Ríver, Huracán – San Lorenzo, Rácing – Independiente, Hilario...

¿Y por qué voy a decirle quién es Jesús? Por esto, le dijeron con una tintineante bolsita en alto.

El verdadero mártir de la Pasión no es Cristo sino Judas, dice el exégeta posmoderno. Es Judas, como instrumento necesario para realzar la trágica pureza del Mesías, quien se hubo sacrificado para la buena memoria de los demás.

“El amor a la camiseta dejó de existir” tiró Juan Pablo Carrizo antes de partir a Italia. El amor a la camiseta de los arqueros ¿es amor al distinguido buzo personalizado? ¿Se recuerdan las anuales novelas precontrato del Pato Fillol o que Gatti aprendió bajo el ala de Amadeo?

“Los dirigentes sabrán porque hicieron uso de mi opción con un cheque sin fondos y por qué después desaprovecharon otra oportunidad – dice Hilario - Después llegó Independiente y entonces no dudé.”

En todo caso podría caberle a la actitud de Hilario una interpretación agiornada: Pueden darse cuenta que la dirigencia de Rácing provoca estas situaciones – diría entonces - sacrifico mi nombre en nombre de Rácing y para que los demás muchachos no la tengan que pasar. Pero el Piojo López, el polaco Bastía, el colorado Sava, Matías Sánchez, el chanchi Estévez, hasta Menghi, incluso Barcos ya se fueron por estribor.

Sin embargo, donde no hubo lugar ni reflejos para Nieto – de las características del despedido Sava –, donde no hubo tiempo ni fondos para la opción de Hilario, hubo una operación relámpago para traer a Pablo “no vengo como hincha” Migliore, un arquero con manos de manteca cuyo salario sobra en Boca y que llega a Rácing por descarte de opciones a ver el nivel del titular Gullota y la franca recuperación de Gustavo Campagnuolo, por ahora, en la reserva.

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