Wednesday, August 6, 2008

Conversaciones con Daniel Arcucci.

Imaginé por un momento que me despertaba en una Buenos Aires limpia, viajaba sentado en el subte, saludaba a mi compañero de asiento y abría el diario para enterarme, someramente, de las últimas noticias sin que nadie me interrumpiera dejándome estampitas de San Cayetano “a voluntad”; un breve lapso de pantallazo para algunos títulos, volantas y epígrafes. Sin embargo la ciudad se abre algo descuidada, el subte viene atestado de gente que se acomoda como vacas a Liniers, en lugar de saludar a mi compañero de asiento cuido mi billetera y encuentro titulares encaminados, volantas conducidas y epígrafes arbitrarios en un diario del kiosco.

Para volver a la primera Buenos Aires es que conversamos, (sólo) sobre lo que aquí nos reúne, con Daniel Arcucci, secretario de redacción de La Nación, que responde con la segura naturalidad que su conocimiento e independencia respaldan.

Un partido de fútbol hoy ¿es todo aquello que sucede en la cancha mientras los jugadores de los equipos se empeñan en que el otro no juegue?

Un partido de fútbol, hoy, es una excusa de lo que pasó, de lo que no pasó, de lo que podría pasar, durante el resto del tiempo menos esos 90 minutos. Entre otras cosas, se habla de que, a la larga, terminan ganando los equipos que arriesgan, que se tienen confianza, que creen en sí mismos. Y que juegan empeñándose para que el otro no juegue. A veces, la mayoría de las veces, son sólo expresiones de deseos.

¿Tendrá alguna relación con lo anterior el hecho de que los equipos argentinos figuren abajo en los rankings de facturación y arriba en los deportivos?

Los clubes argentinos –la mayoría de ellos, no todos- no lideran los ránkings de facturación porque están pésimamente administrados, porque no piensan en el largo plazo, porque no disimulan negocios poco claros, porque venden su alma al diablo… Así y todo, el fútbol argentino sobrevive… milagrosamente. Se está tirando demasiado de la cuerda de los futbolistas jóvenes que se apuran y de los que regresan tardíamente. Los últimos episodios en el mercado de pases, la fuga de jóvenes y no tanto, hacen pensar que esto va a cambiar en los próximos tiempos y que la tierra (donde todos los días nace un crack) no es inagotable.

El agente representante futbolístico ¿se está aproximando, de alguna manera, al representante del box?

Sí, hay mucho de ese circo, donde todo es cada vez menos creíble pero a nadie le importa demasiado. Es una profesión demasiado salpicada, poco creíble, por culpa de algunos. Resulta llamativo que un representante tenga más poder económico para comprar un jugador que un club grande, pero a nadie parece importarle demasiado. Por obligación o por negociados, muchos dirigentes venden el alma de sus clubes… Y muchas veces se lo venden al diablo. Teóricamente, está prohibido que personas sean dueños de pases, pero hoy por hoy se habla con descaro de este grupo económico, de aquel inversor, de derechos económicos, de derechos federativos. A nadie le importa demasiado, mientras el negocio siga. Ni a los hinchas, mientras le traigan al jugador que quieren: pregúntenle al de Racing o al de Huracán, si no.

¿Por qué se llamará esclavismo al tráfico de menores y gesto solidario a la exportación de menores que hace samuel eto´o?

Por hipocresía, puede ser. Pero por la oportunidad brindada para gente sin horizonte, también.

Si tuvieras que elegir ¿lateral con el pie o cámara en línea de gol?

Son dos cosas diferentes, compatibles. Pero si tengo que elegir, cámara en línea de gol, sin dudas. Creo absolutamente en la teconología aplicada al fútbol para ciertas situaciones, al estilo del vides Ref del rugby. Contrario a lo que se dice, se pierde menos tiempo que en vergonzosas protestas. ¿Cuánto tiempo llevó la lamentable protesta de Chicago por el lamentable penal que le dieron a River, en su momento? 18 minutos ¿Cuánto tiempo hubiera llevado un video ref? 2 minutos, máximo.

Las diferencias entre clubes ricos y clubes pobres no hace mas que agrandarse ¿sería viable o positivo un tope salarial tipo NBA?

Se agranda, es cierto, pero salió campeón Lanús, salió campeón Estudiantes. Está claro que los Dream Teams no garantizan nada, y no sólo en la Argentina. No creo en los topes salariales.

¿Es coherente que si un club compra a un jugador argentino pagando la correspondioente transferencia y su porcentaje a la AFA, esta siga utilizando al jugador para su selección?

Sí, absolutamente. Aunque la competencia de selecciones va a sufrir embates cada vez más duros, que la van a hacer tambalear.

¿Te imaginás instalado el aerosol blanco de barreras?

En países maleducados como el nuestro, sí, lamentablemente. Me dicen que en Europa es peor, pero no lo creo, no he notado la viveza… europea, la ventajita.

¿Y las populares argentinas colmada de butacas con respaldo?

Hasta en Alemania, en los estadios más modernos del mundo (el de Hamburgo, por ejemplo), hay un sector donde las butacas se retraen y quedan los escalones para la popular.

Me cuesta imaginar en la Argentina a todos sentados, y no lo digo con ese tonto orgullo de boca ladeada, “papá, acá el fulbo lo vivimo’ de otra manera, lo vivimo’”. Creo que el folklore del fútbol argentino desafina más de lo aceptable. Y que, detrás de ciertas poses, escondemos intolerancias estúpidas. Ya ni pregunto por qué no se puede gritar un gol del equipo propio a tres metros de un hincha rival. Pregunto por qué ni siquiera pueden cruzarse en la calle, camino a la cancha. Eso no es folklore ni pasión; es intolerancia y estupidez.

¿Una frase de fútbol?

Dos: 1) “Pero la pelota… la pelota no se mancha”.

2) “El fútbol no es la vida o la muerte; es mucho más que eso” (Esta, entre comillas, folkloricamente de verdad hablando).

¿Nicolle Neumann o Julieta Prandi?

¿Y esta pregunta que tiene que ver con el fútbol?

Daniel Arcucci: Periodista, nació en Puan en 1963. En 1983, se inició en el diario Tiempo Argentino. A fines del mismo año, se incorporó a la revista El Gráfico, donde trabajó 13 años y llegó a desempeñarse como Subdirector. En 1997 ingresó en La Nación, como Editor; hoy es Secretario de Redacción, responsable de todos los productos deportivos del diario y de proyectos especiales. Relanzó La Nación Deportiva. Cubrió los últimos seis Mundiales de fútbol, desde México ’86 hasta Alemania 2006. Fue uno de los realizadores de la autobiografía de Maradona, “Yo soy el Diego de la gente”, con Ernesto Cherquis Bialo. También escribió “¡Goool!”, con Andrés Cantor, “Conocer al Diego” y “La Argentina en los Mundiales”, con Juan Sasturain. Ha publicado artículos en numerosos medios del país y del mundo. Es docente en la maestría de La Nación y la Universidad Di Tella, participa del blog en Lanacion.com, colabora con XM Radio (EE.UU.), y es co-conductor del programa “90 Minutos de fútbol”, de Fox Sports.


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