Sunday, August 22, 2010

Rácing 1 San Lorenzo 2


21.08.2010 - Calígula - Con goles de Guillermo Pereyra (´19) y Sebastián Balsas (´85), San Lorenzo le ganó (1-2) a Rácing (Luguercio ´55) en el Cilindro y sumó su primera victoria en el torneo (Apertura 2010).

"Tenía un festejo arreglado con Alfaro... pero le quise agradecer a Ramón por toda la confianza que me brindó. El festejo parece poco ético pero lo merecía", dijo (el uruguayo, ex Nacional) Balsas, debutante azulgrana, que en vez de abrazarse a sus compañeros corrió media cancha atrás a abrazarse con el DT.

Fue espontáneo. Porque San Lorenzo (y Balsas) de opaco partido, encontró el gol a cinco del final para llevarse un partido en el que fue ampliamente superado.

Los números parecieron pesar en el clásico. Si bien Rácing y San Lorenzo llevaban una prolija paridad en enfrentamientos (56G 43E 56P), la Academia había perdido los últimos 4 partidos dirigidos por Baldassi y San Lorenzo venía invicto en ocho. Y más: Ramón Díaz (como DT) había dirigido 21 partidos contra Rácing con 15 victorias, 5 empates y una sola derrota (con Ríver en 1999).

Y pesaron los números. Porque Baldassi incidió en el resultado (no cobró 2 penales para Rácing) y Ramón se llevó un partido que, después del juego visto, estaba fuera de todo cálculo: "Sabía de las estadísticas favorables. Creo que sabemos preparar a los jugadores antes de los clásicos", espetó el riojano.

Y este Rácing, que jugó su mejor partido teniendo la pelota, la iniciativa y el terreno encontró sus propias limitaciones en la falta de contundencia y de aplicación en las pelotas paradas.



Balsas (1.97m) se llevaba todas las marcas en los centros y Guillermo Pereyra peinaba de primera para avisar, hasta que él mismo, encontrando una pelota dividida en la puerta del área puso el 0-1 (´19).

Rácing siguió engranando y tocando (bien Yacob, extremadamente lento Giovanni Moreno) pero sin profundidad, hasta que Luguercio empató también de media distancia (´55) para hacer su gol número 8 en su partido número 72 con la camiseta de Rácing.

Entonces, viendo que San Lorenzo, sin ideas, sólo jugaba a destruír el avance racinguista, el siempre medido y prudente Russo mandó el equipo desmesuradamente al frente para quedar expuesto (ante un inofensivo Ciclón): Alfaro se comió un gol mano a mano con 40 metros de campo.

Una serie de córners seguidos (4) acorralaron al local y terminaron encontrando la altura de Balsas (marca de Aveldaño) en el área de Rácing y el 1-2 cayó como baldazo en Avellaneda y bálsamo en Boedo.
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