Thursday, July 1, 2010

Camino a Soccer City, ALEXANDRA.


01.07.2010 - Calígula - Siempre dentro de la provincia de Gauteng (la más rica de Sudáfrica), en las afueras de Johannesburgo y camino al Soccer City desde (la zona residencial) Edenville, antes de llegar a Sandton (la zona hotelera y empresarial más rica de la ciudad), se atraviesa Alexandra, lugar explícito en las cartas de recomendación al turista, donde no se deben bajar las ventanillas ni detener el auto y, si es posible, no transitar.

El municipio de Alexandra cubre un área de más de 800 hectáreas, bordea el río Juskei, cuenta con una infraestructura diseñada para unas 70.000 personas y las estimaciones (de población) pusieron cifras que oscilan entre 180.000 y 750.000 para promediar en unos 450.000 habitantes.


Las viviendas originales (de mampostería y concreto) oscilan entre los 500 y los 600 metros cuadrados y cuentan, por lo general, con 3 a 6 habitaciones adicionales (“chozas patio trasero”) construidas sobre los jardines (originales) con el fin de renta de alquiler (se estiman unas 20.000 chozas de las que aproximadamente 7.000 se encuentran en "patios traseros").

El crecimiento de población no planificado sobrecargó la infraestructura provocando insuficiente presión de agua, bloqueo de alcantarillas y desbordamiento de cloacas; todo un sistema al que la densidad y congestionamiento poblacional no permiten acceder para un mínimo mantenimiento.


Además del desarrollo de la choza traspatio, la derogación de las leyes del apartheid (cese de la restricción de movimientos para la población negra), trajo mas crecimiento de población, incluso desde países vecinos (Zimbabwe) en busca de oportunidades laborales. Esto dio lugar no sólo al hacinamiento en los albergues, sino también en los asentamientos informales desarrollados en la ribera del río Jukskei y sus tres afluentes que pasan por Alexandra (se estiman unas 7.500 familias viviendo en estas áreas de muy altas densidades, sin servicios, mínimas condiciones ambientales y en permanente peligro de inundación).

Alexandra es el nombre de la mujer del Sr. Papenfus, granjero dueño de las tierras donde intentó formar un suburbio para blancos hacia 1912. Sin embargo, la distancia que había entonces hasta el centro de Johannesburgo se lo impidió: Alexandra se erigió como un “suburbio nativo” y como fue levantado antes de que entrara en vigor la Ley de la Tierra de 1913, fue una de las pocas áreas urbanas del país donde los negros pudieron permanecer en posesión de tierras mediante un título vitalicio. Hoy, el 99% de sus habitantes es de raza negra.


En 1916, la población de Alexandra creció a 30.000 habitantes. Entonces, a modo de control, se creó el Comité de Salud (de Alexandra). Sin embargo, el Comité no tenía permitido recaudar impuestos, ni el Ayuntamiento de Johannesburgo quería tomar la responsabilidad de un área que demandó bajo fuera de su jurisdicción, llevando a Alexandra hacia la carestía de recursos y la falta de la gerencia apropiada.

Cuando el Partido Nacional llegó al poder en 1948 y empezó a implementar su política de apartheid, Alexandra fue puesto bajo el control directo del Departamento de Asuntos Nativos. Los principales objetivos del gobierno en Alexandra fueron reducir la población, controlar la libertad de sus movimientos y la expropiación de las propiedades. Sin embargo, a diferencia de otros asentamientos (Sophiatown), nunca fue intención del gobierno trasladar a todos sus habitantes, ya que suponía un enclave valioso como fuente de mano de obra para servir en Johannesburgo. Con todo, unas 50.000 personas fueron trasladadas forzosamente a Tembisa y Soweto.

Luego de cambios, jurisdicciones y vaivenes, en el año 2000 se lanzó el Proyecto de renovación de Alexandra con el fin de renovar y mejorar las infraestructuras (hasta la fecha se construyeron unas 3.000 viviendas).

Hoy, el periodismo deportivo, puede ver como se subsiste allí vendiendo llantas, frutas o artículos a puerta, incluidos los peluqueros al paso que, por solo diez rands (casi un dólar), cortan el pelo y afeitan en estas condiciones sanitarias (Sudáfrica es uno de los países con mayor índice de muertes por SIDA en todo el mundo).



En Alexandra tendrá lugar, entre el 4 y el 10 de julio (2010) el Festival Football for Hope 2010, evento producido por la alianza estratégica entre la FIFA y Street Football World que, según los organizadores, promoverá “las buenas prácticas en el ámbito del Desarrollo a través del Fútbol. Los equipos, conformados por varones y mujeres de entre 15 y 18 años, representarán organizaciones locales que utilizan el fútbol para el cambio social positivo en las áreas de Anti-discriminación, Integración Social, Derechos de los Niños, Educación, Promoción de la Salud, Construcción de la Paz y Protección Ambiental… 

El Festival demostrará el poder del juego, dentro y fuera de la cancha… Alexandra y el mundo experimentarán el fútbol callejero en su mejor expresión. Los equipos mixtos demostrarán sus gentiles habilidades en un torneo rápido de alta intensidad. Se construirá un estadio de fútbol en el corazón de Alexandra, brindando a los espectadores una vista cercana de la acción de fútbol cinco y no habrá árbitro a la vista, las reglas del fair play establecen que cualquier desacuerdo entre los equipos se resolverá mediante el diálogo… el Festival fomentará el intercambio y el diálogo intercultural entre las delegaciones participantes como así también con las organizaciones locales fundamentales y Sudáfrica estará representada por dos delegaciones, incluyendo un equipo anfitrión de Alexandra"

Debido a los acuerdos que la FIFA exige a todos los anfitriones de Copas del Mundo, los beneficios para las arcas del Estado sudafricano, que invirtió 5.500 millones de euros en plena crisis económica mundial, volverán a ser mínimos.

Antes de aceptar la candidatura de ningún país, la FIFA obtiene importantes concesiones fiscales. Sudáfrica aceptó crear una burbuja fiscal alrededor de los estadios y otras sedes oficiales del Mundial que hará que todas las ganancias de las ventas de artículos en ese entorno estén libres de impuestos. Sin embargo, no están exentos los atletas y la selección nacional sudafricana seguirá pagando alícuotas impositivas normales, a pesar de participar en el campeonato. 

La FIFA promueve el fútbol como puente para acabar con las divisiones internacionales, pero es evidente que la organización no se recata a la hora de utilizar su influencia en su propio beneficio. 
.

No comments:

Post a Comment