Después de ver la causa de Verón y lo que produce en la parcialidad pincharrata, traemos otro caso, no menos conocido, de inusual tinte identitario: Francesco Totti en la Roma.
Roma, Roma. ¿Por qué nunca se movió de su cuna?
Amor y pereza. Soy muy vago. En el Real Madrid o en el Barcelona habría ganado más cosas, pero soy feliz por haber llevado sólo una camiseta. Gané una apuesta conmigo mismo.
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