Siempre decía: “los intelectuales detestan el fútbol”.
Una vez dijo: “El fútbol tiene la significación de una guerra sin muertos, pero con conflicto. Con drama, reflexión e ironía. Y amalgama a la familia, cosa que no consigue la política”.
Otra vez dijo: “Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno, no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre”.
Y otra: “Los ideales son la única forma de saber que estamos vivos”.
Pero siempre decía: “los intelectuales detestan el fútbol”.
Y un día (de septiembre de 2001), un grupo de escritores italianos fundó el Osvaldo Soriano Football Club.
Si bien la sensibilidad futbolera de Soriano fue traducida a más de 30 idiomas, fue el italiano el que recogió el guante: corría el mundialista año de 1986 cuando el diario italiano Il Manifesto lo contrató para que escribiera cuentos sobre fútbol y cubriera notas de actualidad como el resto de los cronistas. Metió mano en sus cuadernos ajados y así fue la primera vez que publicó un relato sobre su pasión, cuando Maradona levantaba la copa del mundo en México.
El penal más largo del mundo y El campeonato Mundial del 42, entre otros, se destacaron en repercusión válida para renovar el contrato del diario para los tiempos del Mundial 90 jugado en la misma Italia.
“Lo amamos desde Pensar con los pies (libro que aquí se editó como Cuentos de los años felices), sobre todo por aquella historia del hijo de Butch Cassidy como referí en un partido de fútbol en la Patagonia, porque como dijo Armando Discépolo: “Hijo, si lo soñaste, es porque lo viviste” –dice Enrico Remmert (escritor), defensor del OSFC que usa la número 13.
Empezó como un equipo de amigos escritores que armaban picados quincenales para mover un poco las nalgas. Después se les ocurrió fundar la Writer´s League (Liga de Escritores) para abarcar Europa (los jugadores deben tener al menos un libro publicado).
Apenas fundado el OSFC, en 2002, la Gazzetta dello Sport publicó el “Schema libero” (Plan de apertura), una interesante colección de historias sobre el fútbol mundial escrito por los jugadores del club.
Sin sede propia y a casi una década de aquel primer partido, los jugadores del Osvaldo Soriano F.C. se reúnen una vez por semana para entrenar y vestir su camiseta azurra con el escudo del club (el dibujo que Daniel Paz hizo para la tapa de Página/12, el 29 de enero de 1997 cuando murió Soriano).
Desde 2006 compite en el torneo internacional de la Writer´s y durante 2009 se enfrentó – con resultados poco confesables – a equipos de escritores de Inglaterra, Hungría, Alemania y Suecia, siempre con fines benéficos (donación de libros a bibliotecas, hospitales y cárceles), de difusión lectora, intercambios literarios y eventos culturales de soporte.
“Tenemos un montón de libros sobre fútbol – sigue el número 13 - pero sus historias son las mejores de todas. Soriano es un gran escritor, sensible e inteligente. El nos habla de hombres y mujeres en la esquina del mundo, sobre el sol en los ojos de un niño, sobre balones y tonterías, sobre cosas que están lejos pero que las sentimos cerca, sobre el misterio de la vida y el paso del tiempo y sobre que poco sabemos acerca de todo”.
Este 29 de enero (2010) se cumplen 13 años sin Osvaldo Soriano, que siempre decía: “los intelectuales detestan el fútbol”.
NOTA: LAS DECLARACIONES DE ENRICO REMMERT FUERON PUBLICADAS EN MIRADAS AL SUR.
NOTA: LAS DECLARACIONES DE ENRICO REMMERT FUERON PUBLICADAS EN MIRADAS AL SUR.
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