Thursday, October 2, 2008

Figueroa: CONTRATAPA Nº 11.


Venido de bancos e infortunios, el hombre de la eterna lesión llega, finalmente, a Boca. Esta vez la razón es la lesión de Palermo tras la huída de Boselli a Estudiantes tras la desorientación del pibe Viatri.

Figueroa, lejos de ser la perla buscada en los selectos círculos del viejo continente, llega desde el Genoa, donde debutara (4-0 y un gol a Livorno) por la segunda división italiana hace exactamente un año, después de 18 meses de inactividad. Fue comprado por los genoveses al Villarreal (donde tampoco fue tenido en cuenta) cuando se creía que ya estaba recuperado de la operación por la rotura de los ligamentos de la rodilla izquierda.

Circula que la salida de Figueroa del Genoa deriva de la reciente llegada al club de Diego Milito, proveniente del descendido Zaragoza. Sin embargo el diario genovés Sécolo XIX recuerda que Lucho deja el club “sin haber podido demostrar toda su calidad”.

Es evidente que el testeo de Boca Júniors no respondía a las redes que “rompía” ojos de hielo. Las conversaciones intermediario – dirigenciales vienen iniciadas desde tiempos previos a la tan publicada como presunta venta de Palacio a Europa. Entonces, mientras Rodrigo estaba de vacaciones, Boca no se conmovía por los 18 millones de dólares que ofrecía Lazio y se regodeaba a la espera de que Roberto Depetris (representante de Palacio) acercara LA oferta de Barcelona.

Ya entonces (mayo 08) Enrico Preziosi (presidente de Genoa) le decía a Pedro Pompilio que Luciano Figueroa no tenía cabida en el equipo: Don Enrico hablaba por otra línea con la Juventus por el pase del delantero Raffaele Palladino y con Parma por Andrea Gasbarroni, para sumarlos a los puntas Marcos Di Vaio y Giuseppe Sculli.

Pero bien dijimos que las conversaciones fueron aun precedentes. La idea de Pompilio fue, desde el inicio, un préstamo sin cargo y la inclusión negociada del caso Forestieri (16.01.1990), el pibe que dejó Boca para irse a Italia antes de cumplir los 16 años porque su papá apeló al remanido recurso de la patria potestad oyendo al descubridor del talento, Fabián Soldini (quién presentó a Messi en Barcelona) que llevó a Forestieri al Genoa.

Pretendiendo cobrar los derechos de formación, la gente de Boca llevó el caso a la FIFA y desde entonces, con fallo favorable, se habla de un arreglo extrajudicial que viene a estar conjugado en la larga negociación por Luciano Figueroa.

Amén de sus siete partidos en Ríver junto a Juan Cáceres en 2006, ojos de hielo, también pasó por el Birmingham inglés donde firmó por tres años para cuatro, jugó un puñado de partidos y generó una negativa y certera alarma ante la posterior llegada de otro goleador argentino llamado Zárate.

Lucho vuelve al país desde Génova junto a Verónica y su nena (2) diciendo que “últimamente no me ponían porque se estaba negociando con Boca… el más grande de Argentina”.

Nuestros deseos son siempre positivos. El torneo argentino necesita un Boca pujante. Pero si este muchacho(27) triunfa habrá que analizar de otra manera el fútbol argentino.


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