Thursday, November 1, 2007

Verón.


"Si ve una Bruja montada en una escoba, ese es Verón, Verón, Verón que está de joda"

De que Estudiantes se destacó con un estilo propio no caben dudas. Osvaldo Zubeldía y el grupo de jugadores se conjugaron en un equipo con sello propio. Las bondades pueden encontrarse en cualidades de carácter, disciplina y entrega. Los vicios, entonces picardías, son para el anecdotario – que muy parcialmente y a cuenta gotas deja caer aún Carlos Bilardo. Para el espectáculo acaso hubo sido mejor el autocine.

Menos por su juego rústico y áspero que por sus logros excepcionales aquel Estudiantes de 1968 es histórico. Un grupo de batalladores vestidos de coraje y una dosis jerarquizada de Juan Ramón (la bruja) Verón configuraron un bloque sólido con la virtud príncipe de saber, en cada salida, que todo es ganable.

Independiente (le ganó las 4 veces que lo enfrentó) y Deportivo Cali fueron víctimas demasiado blandas. Millonarios y Universitario costaron. A Rácing – campeón del mundo – hubo que limarlo: quedó atrás después de un tercer partido empatado en Ríver por la diferencia de 1 gol a favor en la serie. Y Palmeiras, también en un tercer partido, terminó rindiéndose en el Centenario de Montevideo a los pies de la Bruja Verón.


Estudiantes (2): Poletti, Aguirre Suárez, Medina, Malbernat, Pachamé, Madero, Ribaudo, Bilardo, Conigliario, Flores y Verón. DT: Osvaldo Zubeldía
Palmeiras (0): Peres, Baldocchi, Osmar, Escalera, Dudú, Ferrari, Suingue, Tupazinho, Servilio (ST China), Ademir da Guia y Rinaldo.
Goles: PT 13' Ribaudo (E) y ST 35' Verón (E)


Fue el 16 de mayo de 1968. La Plata se vistió de rojo y blanco y la fiesta en las calles duró un día entero. El equipo chico fue campeón de América.

"Si ve una Bruja montada en una escoba, ese es Verón, Verón, Verón que está de joda"

Pero eso no fue todo... porque Estudiantes fue y ganó la Copa Intercontinental...
"Y recuerdo el trabajo previo que hizo Osvaldo Zubeldía antes del partido ante Manchester. Habíamos ganado 1-0 en la ida, en la Bombonera, con gol de Marcos Conigliaro. Pocos creían en nosotros para la revancha pero Osvaldo tenía todo matemáticamente calculado: cómo se movían los ingleses y qué característica tenía cada jugador. Y el partido resultó como él dijo. Hice el gol en una jugada de laboratorio y ellos nos empataron sobre la hora. Pero, además, Zubeldía sabía que los hinchas ingleses eran bravos y que en la final de la Copa, cuando visitamos a Palmeiras en Pacaembú, a nosotros nos impactaron los gritos de los hinchas brasileños. Por eso, en Old Trafford nos hizo salir al campo una hora antes, los ingleses nos gritaron de todo ahí y después jugamos tranquilos." (Juan Ramón Verón)

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