Empezaron las Reales Eliminatorias para Argentina y no de la mejor manera. Denotemos que se vio un partido de fútbol con la tensión de una parada poco fácil. Vimos presión, marca fuerte y pelea por la mitad de la cancha donde veíamos una pasmosa parsimonia que adormecía. Vimos un jugador como Mascherano, un defensa como Demichelis y un guapo como Ibarra. Vimos un gol tan inesperado como maravilloso de Lio Messi, fuera de serie. Argentina ganaba 1 a 0 con un hombre menos pero la pelota parada que cada vez define más partidos esta vez se metió en el arco argentino (1-1) y las piernas en la altura no son las mismas (1-2).
Digamos que Argentina no aguantó. ¿Por qué?
Porque Tévez no está bien, está sacado y se hizo expulsar (una amarilla bastaba) de modo poco profesional (minuto 24).
Porque jugar a 2650 metros sobre el mar a 72 horas del compromiso anterior se sintió (y mucho durante el segundo tiempo).
Porque Pinto, el técnico colombiano, leyó el partido y entró a Totoro Grisales cuando el mediojuego argentino se quedaba sin piernas.
Porque Rubén Bustos, que había anunciado antes del partido su gol de tiro libre, parece implacable. Marcó, también de tiro libre, el gol que le dio el triunfo (1-0) a Colombia sobre Venezuela el sábado pasado, y aplicó la misma medicina al Gremio y Boca Júniors en la pasada Copa Libertadores, jugando para el Cúcuta Deportivo de Colombia.
Porque faltando 8 minutos la defensa tiró el achique y el negro Ibarra quedó enganchado habilitando a Moreno.
Porque el Campín era una caldera de 45.000 llamas y el árbitro sintió algo de calor.
Porque la asociación albiceleste en ataque sigue sin funcionar.
Pero sobretodo porque a Argentina, le faltó alma.
Argentina: Abbondanzieri; Ibarra, Demichelis, Milito, Zanetti; Cambiasso (M. Rodríguez), Mascherano, Gago, Riquelme; Tévez, Messi (1 gol).
No comments:
Post a Comment