“Hay muchas maneras de perder. Usted elija siempre perder jugando, perder de pie”, como este Huracán que entra a la galería de la memoria olvidada por la estadística. Porque jugó para el aplauso, porque contribuyó a redescubrir la simpleza del fútbol, porque demostró que se puede sin patadas ni billetera y porque nunca renunció a jugar.
No creo que Pastore tenga un lugar al lado de Stábile, Onzari, Baldonedo o Tucho Méndez. Ni Bolatti junto a Brindisi (el tiempo dirá). Ni Defederico a la sombra del inglés Babington o del loco Houseman. Ni Arano de Carrascosa. Tampoco fue la defensa más eficaz. Pero este “equipo del pueblo”, nada mas que subcampeón de un torneo corto, nada menos que subcampeón, logró que se quiera volver a ver fútbol, volver a ver a Huracán que logró reavivar viejas discusiones, emocionar, jugar un fútbol bien “nuestro”, con la pelota, tiki tiki en el tiempo de una Argentina pobre de talentos y rica en roces y derrapes.
No creo que Pastore tenga un lugar al lado de Stábile, Onzari, Baldonedo o Tucho Méndez. Ni Bolatti junto a Brindisi (el tiempo dirá). Ni Defederico a la sombra del inglés Babington o del loco Houseman. Ni Arano de Carrascosa. Tampoco fue la defensa más eficaz. Pero este “equipo del pueblo”, nada mas que subcampeón de un torneo corto, nada menos que subcampeón, logró que se quiera volver a ver fútbol, volver a ver a Huracán que logró reavivar viejas discusiones, emocionar, jugar un fútbol bien “nuestro”, con la pelota, tiki tiki en el tiempo de una Argentina pobre de talentos y rica en roces y derrapes.
Porque llegó a la final de un torneo que comenzó con 11 jugadores en las prácticas, porque largó sin desatender el promedio, porque la camiseta siguió arriba mientras en las oficinas los pedidos de quiebra. Porque con granizo, discusiones, travesaños, falta de pelotas y gruesos errores arbitrales que ahogaron el grito de campeón, jugó una final épica. Porque la jugó como jugó todo el torneo, de la única manera que sabe, a su manera... estos “Ángeles de Cappa” escriben una nueva página en nuestro querido fútbol argentino.
POR QUE VELEZ
Wilde
Wilde
Porque las finales y los campeonatos no se merecen sino que se ganan. Porque Vélez se preparó para esto. Porque los proyectos de una institución sana tienen sus resultados. Porque un nuevo presidente (Raffani) contrató un manager (Bassedas) que eligió un entrenador (Gareca) que propició la recuperación de Zapata, el debut de Otamendi, la confianza de Rodrigo López y Montoya, el rescate de Razzotti. Porque se trajeron refuerzos (Moralez, Domínguez) en pos de un objetivo. Porque las buenas decisiones pueden crear círculos virtuosos.
Porque los equipos que dejan huella se arman de atrás hacia delante. Porque Vélez peleó el título desde el primer partido. Porque es un grupo, un equipo compacto, efectivo y sólido. Porque logró la valla menos vencida. Porque revirtió resultados. Porque fue imbatible en el Amalfitani. Porque perdió un solo partido. Porque atrás de este plantel hay un grupo de profesionales que se conjugó de manera eficiente. Porque Vélez hace años que hace las cosas bien. Por todo esto y, sobretodo, porque ganó, Vélez es un justo campeón.
HURACAN, CAMPEON SIN CORONA (VALE CHUMBAR)
Porque los equipos que dejan huella se arman de atrás hacia delante. Porque Vélez peleó el título desde el primer partido. Porque es un grupo, un equipo compacto, efectivo y sólido. Porque logró la valla menos vencida. Porque revirtió resultados. Porque fue imbatible en el Amalfitani. Porque perdió un solo partido. Porque atrás de este plantel hay un grupo de profesionales que se conjugó de manera eficiente. Porque Vélez hace años que hace las cosas bien. Por todo esto y, sobretodo, porque ganó, Vélez es un justo campeón.
HURACAN, CAMPEON SIN CORONA (VALE CHUMBAR)
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