Pudimos ver las pinturas que, junto a sus esculturas, conforman “Espíritu, corazón y sacrificio”, la muestra itinerante con tintes de folklore futbolero que Alejandro Marmo (Caseros, 1971) inaugura hoy a las 17 hs en el Centro Cultural Borges.
Una serie de obras para recorrer y reconocer cierto parentesco con nuestra cultura “futbolizada” que pretende plasmar “el concepto de unión social” y un mensaje de “no violencia” que puede diluirse mucho antes de llegar a destino cierto.
La muestra permanecerá una semana en la Sala Foyer y cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos, Futbolistas Argentinos Agremiados y la Fundación El Futbolista.
Cuenta Marmo, acaso olvidando que Argentina es la cuna del más grande futbolista de todos los tiempos y que jamás quiso ser ejemplo, que “en un país futbolizado como la Argentina, la figura del futbolista se erige como un ejemplo a imitar. Por eso este proyecto adquiere particular relevancia”.
Verbalizando contenidos sociales, el autor ensaya opiniones sobre “la probabilidad de la violencia de los espectadores en el contexto del fútbol” que “está exacerbada por el grado de identificación de los espectadores con los equipos, y su compromiso con la victoria de los equipos a los que alientan. A su vez la victoria de sus equipos está vinculada a la centralidad y significación del fútbol en sus vidas”.
Sin llegar a mensurar el aporte a la no violencia que lograría la muestra artística del autor creo que si algo tiene el arte figurativo es la capacidad de expresarse sin la necesidad de un (co) relato. Puede o no gustar, sublimar o trascender. Pero quizás fuese mejor que Marmo dejara hablar a sus obras.
Una serie de obras para recorrer y reconocer cierto parentesco con nuestra cultura “futbolizada” que pretende plasmar “el concepto de unión social” y un mensaje de “no violencia” que puede diluirse mucho antes de llegar a destino cierto.
La muestra permanecerá una semana en la Sala Foyer y cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos, Futbolistas Argentinos Agremiados y la Fundación El Futbolista.
Cuenta Marmo, acaso olvidando que Argentina es la cuna del más grande futbolista de todos los tiempos y que jamás quiso ser ejemplo, que “en un país futbolizado como la Argentina, la figura del futbolista se erige como un ejemplo a imitar. Por eso este proyecto adquiere particular relevancia”.
Verbalizando contenidos sociales, el autor ensaya opiniones sobre “la probabilidad de la violencia de los espectadores en el contexto del fútbol” que “está exacerbada por el grado de identificación de los espectadores con los equipos, y su compromiso con la victoria de los equipos a los que alientan. A su vez la victoria de sus equipos está vinculada a la centralidad y significación del fútbol en sus vidas”.
Sin llegar a mensurar el aporte a la no violencia que lograría la muestra artística del autor creo que si algo tiene el arte figurativo es la capacidad de expresarse sin la necesidad de un (co) relato. Puede o no gustar, sublimar o trascender. Pero quizás fuese mejor que Marmo dejara hablar a sus obras.
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