14.000 populares agotadas en 3 horas (la mitad para cada hinchada, River agotó su stock en 2.30 horas y Boca en 3) con avalanchas, corridas, desmayos, balas de goma, vidrios rotos, gente que salía por el techo de las boleterías y una reventa que llevó las populares de $ 15 a $ 90 a 15 minutos de agotadas. “Incidentes menores” según el CoProSeDe, “escaramuzas menores” según la policía.
El organizador del evento, Alvino Valentini, dijo: "En 20 años de preparar Superclásicos en Mar del Plata, nunca vi una locura semejante por una entrada. El operativo policial tenía 150 personas y debía alcanzar, pero el descontrol por una entrada fue total. Hay demasiada gente, pero nada más que 30.000 entradas."
Ríver y Boca reeditan el superclásico en versión de verano con todos los titulares, cuyos faros protagónicos (después de las ventas de Ever Banega, Fernando Belluschi y Marco Ruben) son, Ariel Ortega (lesionado) y Juan Román Riquelme (periplos de viaje)
Ariel Ortega (33 años y 3 mundiales) brilló y campeonó en Ríver hasta ser transferido al Valencia CF (España) donde el DT Claudio Ranieri terminó calificándolo públicamente como un vago que no se esforzaba en los entrenamientos. Lo transfirieron a la UC Sampdoria (Italia) donde tampoco tuvo mucho éxito. De allí al Parma AC, donde ganó una Supercopa de Italia y una Copa Uefa. Volvió a Ríver para ganar el Clausura 2002 y ser transferido a Fenerbahce (Turquía) en donde no cumplió el contrato para volver a Argentina y ser inhabilitado para jugar profesionalmente. Después de varios meses, Newells Old Boys destrabó el asunto y Ortega ganó con los rosarinos el Apertura 2004. Volvió a Ríver para jugar sin continuidad por estar en tratamiento de alcoholismo.
Juan Román Riquelme (29 años y 1 mundial) brilló y campeonó en Boca hasta ser transferido al FC Barcelona (España) donde el DT Louis Van Gaal terminó excluyéndolo del equipo. Lo transfirieron al Villarreal donde llegó a semifinales de la Champions League y luego ser excluido por el DT Manuel Pellegrini. El conflicto con el club español lo dejó más de seis meses sin practicar fútbol profesional. Volvió a préstamo a Boca para ganar la Copa Libertadores de América 2007 y regresó a Villarreal donde no era tenido en cuenta. Volvió a Boca.
Son para destacar el juego de Ponzio, la solvencia de Carrizo, la notable mejoría en la disposición táctica de la defensa de Boca y el desconocimiento del reglamento por parte del árbitro Baldassi por convalidar el segundo gol, donde Palermo se cuelga del travesaño para cabecear (foto).
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