Monday, April 9, 2007

Siente fútbol


El programa de TV, ESPN Estudio está diseñado como diálogo. Un anfitrión, Alejandro Fantino y un invitado “estrella” del deporte.


“Un teatro. Una platea a full con jóvenes ávidos de historias. En el escenario, dos actores sentados en cómodos sillones”.


Quitando los últimos bloques, dirigidos a recuerdos, imágenes o sorpresas familiares para el invitado, las mínimas preguntas de jóvenes estudiantes de periodismo deportivo y los cortes publicitarios que sostienen el programa, pueden verse y oírse minutos de verdadero jugo de fútbol.
No es una crítica al programa ya que bien claro está el concepto:
“… es un programa con historias de vida y por lo tanto con el enorme atractivo de que -como los seres humanos- no existe una igual a otra. Se trata de una pequeña biografía de una hora, en la que si bien no se pierden de vista los hitos deportivos, se observa el detrás del personaje, en el que la estrella es el tape y todo lo que se refleja en esas emocionantes imágenes…


… Fantino
pregunta y el entrevistado abre de par en par el cofre de sus recuerdos. Aparecen el nacimiento de la pasión, los primeros pasos, el crecimiento, el apoyo, los éxitos con sus alegrías, los fracasos con sus amarguras, los amigos y las infaltables anécdotas... todo para crear un cálido ambiente”.


En la primera semana de abril de 2007 tuvo lugar en el sillón Hugo Orlando Gatti. En otro apartado veremos quién es Gatti, el “loco” Gatti, -tópico que lleva algunas páginas. Porque el tema del post excede al propio personaje como al programa televisivo.
En el mismo estudio de TV una pantalla deja ver los videos que la producción arma en base al invitado: imágenes de su actividad deportiva, amigos íntimos, del profesionalismo y otras se suceden como entremeses de la charla. Y en este caso, una de las notas relativas a Hugo Gatti fue presentada por Fantino como “los discípulos”. Carlos Fernando Navarro Montoya y Germán Burgos, dos arqueros de la generación consecutiva. Burgos, ya ex arquero, volvió a manifestar su idolatría hacia el “loco” Gatti y se animó a explicar: “En mi generación había dos escuelas, la de Gatti y la de Fillol. La de Fillol, más estilista y la de Gatti, de acá, del corazón.”
Definición que, por ambigua o fallida, sugiere más de lo que define. Sin tener en cuenta aquella diferencia (deportiva) histórica entre dos grandes arqueros, Germán Burgos, acaso sin intención, pues sólo hablaba del estilo que lo identificó en su propia carrera, no precisó los términos de la comparación. Podemos entender que un ídolo no tiene por qué ser el más virtuoso, así quizá pueda interpretarse que Burgos le conceda el “estilo” a Fillol y el “corazón” a Gatti. Pero no sólo es errada cualquier comparación de dos tópicos diferentes sino que, en el caso, deja abierta cierta observancia sobre la manera de sentir elfútbol.





Van Gogh siente, Mondrian siente.
Rodin siente, Jean Arp siente.
Gaudí siente, Mies Van der Rohe siente.
Para acercarnos, Arlt siente, Borges siente.
Goyeneche siente, Ceratti siente.
Boca siente, Ríver siente.
Gatti siente, Fillol siente.
Giunta siente, Redondo siente.


Después observemos el estilo que más nos guste.

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