Rememorando los tiempos de Kempes y Maradona, Ríver y Boca pelean por las figuras argentinas que transitan por el mundo…
Mientras tanto, por estas pampas…
Maradona anuncia los jugadores convocados a la selección argentina para el amistoso del 11 de febrero en París sin más cambios que el regreso de Walter Samuel y repitiendo incluso los nombres que no encajan y colaboraron en las últimas y pálidas actuaciones por eliminatorias que le facilitaron el puesto.
Checho Batista tomó las juveniles como quien toma la gallina de los huevos de oro. Empezó pidiendo belleza y, pidiendo la hora, empata con Ecuador para entrar en el hexagonal clasificatorio por diferencia de gol.
Boca, en economía de guerra, contrata a Carlos Bianchi para el inédito puesto argentino de manager deportivo con un salario de u$s 1.700.000. Su primera acción responde a cubrir la plaza de arquero en el primer equipo: de común acuerdo con la dirigencia expulsan a Caranta (con 3 años de contrato que costaron mas de u$s 2 millones) y van por el pase de Abbondanzieri (36 años), gestión que tomó estado público y hasta ribetes ridículos por una diferencia de 100.000 euros.
Ríver pena peor que los primos: sin dinero para erogar ni mánagers que contratar, tampoco tiene un plantel competitivo, los pocos nombres que quedan ya están vendidos y quien iba a ser referente de grupo (Abreu) se bajó del avión de pretemporada para irse a Real Sociedad. Mientras Ariel Ortega critica que “se trajeron jugadores que no son para Ríver” y que si Aguilar hubiese querido su vuelta al club se resolvía en “una tarde”, en un intento de cosmética folklórica el presidente fue por el pase de Cristian Fabián, pero tampoco.
Comparada armó una festejada y hueca inauguración de su estadio a sabiendas de que debería anunciar poco tiempo después que el “Libertadores de América” no podría terminarse en tiempo y forma. Entre uno y otro anuncio sólo pasaron decenas de días que incluyen su reelección al frente de Independiente. Hoy trabaja en cerrar su localía para 2009 y después de la negativa de Rácing por el Cilindro habló con Carlos Babington, presidente de Huracán, quien le ofreció el Tomás Ducó a cambio de las butacas que le faltan en la platea.
Rácing, que acaba de negarse a alquilar el Cilindro a Independiente, pena económica y deportivamente. La elección de diciembre – después de 10 años de intervención judicial – trajo vientos democráticos y números crudos: no money. No se pudo retener a la máxima estrella del equipo que volviera de su frustrado paso por Rusia, Maxi Moralez, y espera pelear la promoción con un plantel de 21 años promedio.
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