Tuesday, December 2, 2008

Huracán San Lorenzo: el clásico más largo del año.


Sábado 29 de noviembre. Cómo no podía ser de otra manera – sábado – juega San Lorenzo. Nada menos que el clásico. Amaneció nublado. A las seis de la mañana 810 policías empiezan el operativo rodeando la Bombonera. Seis días atrás, cuando el Globo festejaba su Centenario, la Butteler se cargó a balazos a Cafú (Rodrigo Silvera, barra de Huracán). Puede haber venganza.

Algunas gotas dispersas avisaron que terminaba el veranito porteño de los 41 grados a las tres de la tarde. Preparen los paraguas. Probabilidad de lluvias y alguna tormenta. Bánfield le había ganado a Colón y el Lobo a Colón, pero eso pasaba en el otro lado de la tabla. En la Bombonera, donde el Globo hace de local, se decide la punta. “Estoy con bronca porque era el partido que soñaba” desde que volví de Rusia, decía el Pitu Barrientos que por quinta amarilla no podía enfrentar a su hermano Hugo, volante de Huracán: “Me pone muy contento volver a jugar justo en este partido tan importante."

Fernando Meza (18) recibió la compensación de no haber viajado a la convocatoria del sub 20 paraguayo. Jugó en primera unos minutos contra Boca y como Diego Rivero y Cristian Tula no llegaban al clásico, Russo lo hace debutar como titular en dupla central con Bianchi Arce.

Toda la experiencia que le falta al pibe Meza la compensa con el indiecito: Solari también debuta como titular.

Angel Cappa dedicó la mañana del viernes a la pelota parada. Barcos pateó penales y González tiros libres.

“Voy a estar en la cancha… con un cuarto a cero me conformo – decía Houseman – dicen que los cuervos juegan bien, pero yo últimamente veo jugar bien a San Lorenzo de Mar del Plata.”

“Anticipo un 2 a 0 con goles de Bergessio y González” decía el Beto Acosta.

Trescientos policías de servicio ordinario llegan a La Boca para sumar 1110 efectivos entre 14000 quemeros y 9800 cuervos que se esperan. “Antes no sucedía lo que pasa ahora. Había rivalidad pero nada que ver con esto. Ojalá haya paz” decía Toscano Rendo. Pero... fumá Toscano, no pasa nada. El miércoles se reunieron El Chivo de la Butteler (San Lorenzo) y Abel de El Pueblito (Huracán) y firmaron la tregua para el clásico (esto salió publicado en los medios casi como una invitación a asistir a la cancha).

Y la cancha estuvo bien. Acaso el tiempo y las amenazas restaron algo de público (17.000 en total). La lluvia fue tan impresionante que no se veían los jugadores. A los cinco minutos ya Russo gritaba desde el banco que “no se puede Laverni, Laverni no se puede”. Pero Laverni esperaba una de esas comunes lluvias estivales que preceden soles de viejas casadas. Dejó seguir cinco minutos más hasta que Maidana (juez de línea) da infracción del pibe Meza sobre Hugo Barrientos cuando él daba pelota para San Lorenzo. Paolo Goltz (marca de Aguirre) embocó el cabezazo devenido del centro (´10).

1-0.

La lluvia ya era impresionante. Buenos Aires comenzaba a inundarse y los jugadores ya casi no se veían. Imaginate si se veía la tarjeta que Laverni le sacó a Pastore tres minutos después (´13). ¿Roja? Sí, roja.

Tres minutos más tarde Huracán comenzó un contragolpe. Los jugadores corrían pero volvían por la pelota. Entonces Laverni suspendió el partido y Russo se quería morir: “Maidana no tiene suerte con San Lorenzo o San Lorenzo no tiene suerte con Maidana”, dijo en los vestuarios (la historia viene desde el Clausura 2007).

Diluvio quemero. 16 minutos intensos en los que pasó de todo. 16 minutos de titularidad para el pibe Meza.

“El operativo policial nos salió más de 100.000 pesos – vociferaba el inglés Babington (presidente de Huracán) - el colmo es que ahora tenemos que repetirlo". Mangazo al gobierno de la ciudad (Macri), Boca que no cobra el alquiler y Savino que pone el 50% si en el próximo clásico repiten la repartija.

El domingo también llovió. Menos, pero llovió.

Boca le ganó a Rácing con una manito de Lunatti. Tigre apabulló a Ríver y hasta arrimó Lanús (2-1 a Arsenal). San Lorenzo (0-1) está complicado, pierde el tren del torneo y nada menos que con el Globo.

El lunes ya dejó de llover pero hacía frío. La presión que metía el Cuervo los sabados se vino en contra. Ganaron todos, no hay margen de error. “Tenemos que ganar como sea”, dijo Aguirre.

Diego Rivero entra por el pibe Meza. “Queda mucho por jugar y el resultado está abierto”. Caruso Lombardi aconseja (?): “Si fuera San Lorenzo sacaría a un defensor y pondría un delantero más…” para aprovechar el hombre de más. O de menos: “Me pierdo un partido muy lindo”, decía Pastore (expulsado).

“¿Cuándo es al final?” el partido, se preguntaba Miguel Angel Cappa, “¿Mañana?”. “Que nos falte un jugador no es tanta diferencia”.

Sin venta de tickets, con menos público y menos policías, el partido se terminó ayer, martes, alrededor de las siete de la tarde, 91 horas después de comenzado (aquél sábado a las seis de la mañana con el despliegue policial en La Boca). Huracán: 4-4-1. Barcos (hace agua) como única punta. San Lorenzo: 4-4-2, a matar o morir. Y mató. Rivero se esguinzó la rodilla y el pibe Chávez jugó en primera de maravillas (reemplazo al lobo Ledesma).

En el segundo tiempo de 37 minutos, en una Bombonera menos tupida que pelada, mojaron Aureliano Torres, Chávez y Silvera dos veces. No hubo incidentes. El Cuervo apabulló al Globo, extendió su racha (70-39-39) y sigue peleando el Apertura.

La lluvia y el calor ya se habían ido. Eran unos amables 22 grados de temperatura.

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