La frutilla del postre del partido más importante de la fecha (17) que decide los umbrales del campeonato Apertura 08: Riquelme insultando a un plateísta boquense, trifulca posterior en la platea, el árbitro Pablo Lunatti desentendido de la situación, de la tarjeta naranja que le corresponde a Riquelme (tiene 4 acumuladas), de la amarilla que le correspondió a Battaglia (tiene 4 acumuladas y con la quinta tampoco jugaría el próximo partido), del penal inexistente que le cobró a Boca, del penal que no le cobró a Rácing, inmediatamente después de que el árbitro Maglio no le cobrara a San Martín de Tucumán dos penales (contra Boca, 1-2) en la fecha anterior, en partidos de discreto nivel. El fútbol argentino no está bien. ¡Qué pobreza!
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