Tuesday, December 11, 2007

Pelota inteligente.


Etoile Sportive de Sahel (Túnez) y Boca Júniors (Argentina) se miden en Tokio por la etapa semifinal del Mundial de Clubes 2007 y la novedad del caso, más allá de la presencia de los tunecinos que vencieron a los mexicanos del Pachuca, es la “pelota inteligente” que rodará por el campo de juego: un integrado de 1,5 centímetros puesto en su interior envía señales - cuando la pelota cruza (totalmente) la línea de gol o la línea demarcatoria del campo – a través de 12 antenas ubicadas estratégicamente (esquinas y travesaños) en el estadio Nacional de Tokio. La tecnología, desarrollada conjuntamente por Adidas y Cairos Technologies AG, transmite una señal en tiempo real que será captada por el reloj del árbitro.

Alemanes e ingleses hablan del tema hace ya mucho tiempo. Pocos olvidaron aquel gol “que no fue” y que le costó a Alemania el mundial de 1966 jugado en Inglaterra.

La búsqueda del balón inteligente no es nueva. Sin embargo la FIFA, aun pocos meses atrás, había anunciado la presencia de jueces auxiliares, medida que bajo silencio absoluto quedó enterrada en el brillante polvo de la tecnología.

Adidas viene a envolver el asunto que la empresa Cairos Technologies, en colaboración con el Instituto Fraunhofer, desarrollaron como sistema electrónico: un microchip dentro de la pelota y en las canilleras de los jugadores que permite saber en cada instante la posición de cada uno de ellos dentro del campo de juego. Christian Holzer, presidente de Cairos Technologies, está convencido de que es el arma letal contra los fallos arbitrales. Tal es el espíritu que guió, desde un principio, la investigación: el arbitraje digital a prueba de errores. Las señales emitidas por los chips sería procesada en una computadora central y pasaría después a manos de los espectadores que podrían recibirlas a través de computadoras portátiles y así, espectadores y reporteros estarían en todo momento al tanto de lo que sucediese a través de PDAs, computadoras, internet o teléfonos celulares. Las utilidades del dispositivo no sólo se limitarían a los partidos de fútbol sino a los entrenamientos, al estudio de tácticas y rendimientos (el Bayer Leverkusen fue uno de los primeros en apuntarse al fútbol digital).

Entre negociaciones con la FIFA y la inclusión de un elemento que no interfiera con el movimiento de la esfera, los avances parecieron enfriarse, al menos para la prensa.

Después de que la IFAB publicara que autorizó a la FIFA a utilizar la tecnología de última generación para determinar si la pelota traspasaba la línea de gol pudo hacerse un ensayo en el mundial sub 17 de 2005 jugado en Perú y en torneos de atletismo ligero praticados en Alemania el años pasado (2006). Paradójicamente, aquellos ingleses que se hicieron ilegalmente con el mundial de 1966, ahora, a través del IFAB, se arrogan el derecho a que las señales de la pelota inteligente sean vistas sólo por los organizadores antes que “exclusivamente al cuerpo arbitral del partido”.

El gol inválido que le costó a Alemania el mundial de 1966.

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