26.05.2011 - Aún hoy, a 17 años del Mundial USA 94, empresarios estadounidenses siguen armando el rompecabezas para viralizar el soccer en el país del baseball (el fútbol americano, el hockey sobre hielo y el basquet).
Si nos vamos a 1970 el panorama era más que desolador… la convocatoria a estadios no superaba los 4000 latinos… Entonces los hermanos turco-estadounidenses Nesuhi y Ahmet Ertegün (dueños del sello discográfico Atlantic Records, entonces bajo control de Warner Music) fundaron la franquicia e inscribieron al New York Cosmos en la naciente North American Soccer League (NASL) (1971), una de las tantas ligas creadas en USA sin éxito (la actual Major League Soccer es el vigésimo intento).
Participó, jugó y ganó una liga (1972) pero no superaba la media convocante de 4000 espectadores.
El rumbo cambió en 1975 cuando Steve Ross (presidente del grupo editorial Warner Communications) firmó en 1975 un contrato de explotación por siete millones de dólares en conceptos de marketing y retransmisiones.
Para recuperar la inversión Ross planeó juntar a los mejores jugadores del mundo y empezó con el mejor (de entonces): Pelé.
La mediación diplomática de Henry Kissinger y los billetes de Steve Ross pudieron con Edson Arantes que, a sus 35, desistió de tomar la tentadora oferta de la Juventus.
A poco (1976) llegó de Italia, Giorgio Chinaglia (campeón del scudetto 74 con la Lazio) y después (1977) aterrizaron Carlos Alberto (campeón mundial del 70) y Franz Beckenbauer (campeón mundial del 74).
El globo se inflaba, las gradas empezaron a llenarse (media de 47.000 y picos de 70.000 personas) y el objetivo estaba cumplido: los focos (del mundo) hacia el New York Cosmos.
A finales de 1977 Pelé se retiró del fútbol en un Cosmos - Santos jugando un tiempo con cada equipo. El Cosmos retiró el número ‘10’ y, a pesar de las pérdidas, Ross siguió coleccionando estrellas y ganando títulos (9 en 14 temporadas).
Llegaron (el yugoslavo) Vladislav Bogićević, Johan Neeskens, François Van der Elst y el paraguayo Julio César Romero ‘Romerito’, pero los dólares se fueron diluyendo, las estrellas dejaron de llegar y la asistencia al Gigants Stadium volvió a sus inicios.
En 1984 la NASL desapareció y la Warner comenzó a deshacer los negocios poco rentables y no relacionados con los medios de comunicación. Giorgio Chinaglia quedó como capitán de tormenta de un equipo en números rojos que tuvo que prescindir de sus mejores jugadores para evitar la bancarrota.
New York Cosmos continuó en el torneo de fútbol indoor, pero cesó su actividad en 1985 por la baja convocatoria de público. Peppe Pinton, ejecutivo del club y amigo personal de Chinaglia, se quedó con todos los derechos sobre la marca "New York Cosmos", que retuvo hasta 2009, cuando pasó a manos de Paul Kemsley, ex vicepresidente de Tottenham Hotspur.
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